El experto en Geografía Humana Carlos Ferrás sostiene que los jóvenes graduados se van porque "falta una planificación" del sistema universitario, al que le falta conexión con los sistemas productivos, y por un ecosistema social poco innovador y "acomodado".
-Los jóvenes más formados de la historia se van. ¿Se despilfarra el dinero de su formación?
-Efectivamente estamos invirtiendo en una formación universitaria de nuestros jóvenes sin una planificación claramente definida. El sistema educativo universitario no está suficientemente conectado con los sistemas productivos locales y, por tanto, se producen ineficiencias y contradicciones.
-¿Qué falla?
- Falla la planificación y la coherencia del sistema. Precisamos una reforma del sistema universitario gallego para ponerlo en armonía con los sistemas productivos de Galicia. Precisamos universidades menos burocratizadas, más innovadoras y creativas y más conectadas con la sociedad. Es cierto que nunca tuvimos unos recursos humanos mejor formados, pero debemos preguntarnos en qué y para qué están formados. Las universidades continúan formando cuadros técnicos y dirigentes orientados al empleo público. Los jóvenes universitarios son empujados hacia la emigración por un sistema social escasamente innovador, anclado y acomodado. Al ser una sociedad muy envejecida el conservadurismo es exagerado y muy difícil de superar políticamente.
-Antes los emigrantes pensaban en irse, ahorrar dinero y volver. ¿Esta generación hará lo mismo o renunciará a regresar a Galicia?
-Si no ofrecemos posibilidades competitivas en el mercado laboral y tienen su vida construida en el lugar de acogida, simplemente vendrán de visita para que nietos y nietas conozcan a los abuelos.
-¿Cómo poner remedio a esto? ¿Cómo retener el talento?
-Creando un ambiente social, económico y cultural propicio para el desarrollo de innovaciones en todos los campos; facilitando e impulsando la innovación social, las ideas emprendedoras de la gente joven; las conexiones con los descendientes de gallegos en el exterior para establecer redes de colaboración e intercambio; poniendo en valor, como los irlandeses, la demanda de productos gallegos por parte de los millones de descendientes de gallegos en el exterior, pues tenemos ahí un gran mercado sin atender... Pero sobre todo precisamos un "proyecto colectivo" común para Galicia que permita aunar voluntades a expensas de ideologías e intereses políticos. Hay que recuperar el espíritu de la Xeración Nós y poner en valor nuestra identidad como fortaleza. Pero hace falta un liderazgo político que no acaba de surgir.
