La exdiputada autonómica y exmiembro de la ejecutiva del BNG Ana Luisa Bouza ha presentado su baja como militante de la formación nacionalista, inmersa en un proceso de profunda reflexión tras el batacazo electoral del 20 de diciembre que le llevó a quedar sin representantes en el Congreso. Deja el partido en vísperas de una asamblea que se plantea como crucial para el BNG -se celebrará el 28 de febrero- por sus "discrepancias" con el proyecto de futuro que plantea la línea oficial del Bloque y tras comprobar que las opciones de cambio de rumbo son mínimas pese al proceso de reflexión abierto y a la debacle en la urnas. Es la primera baja de un militante de cierto empaque que transciende públicamente desde los resultados del 20-D.

"Tengo la sensación de que ha llegado el fin de ciclo del Bloque y no coincido con la visión política seguida en los últimos tiempos ni con la recogida en los documentos oficiales", considera Ana Luisa Bouza. En esos documentos a los que se refiere la exdiputada, se aboga por una refundación del nacionalismo en un periodo que podría durar hasta un año, preparando en paralelo las elecciones autonómicas en solitario y con expreso rechazo a confluir con En Marea.

La salida de Ana Luisa Bouza, aunque se produce a título individual, simboliza no obstante el sentir de otros militantes que han renunciado a intentar dar un nuevo giro al nacionalismo gallego ante el dominio de la UPG y la caída continua en apoyos electorales. "No tiene mucho sentido dar la batalla interna y por lealtad, cuando las discrepancias llegan a un cierto punto, es mejor marchar", comenta la exparlamentaria.

Bouza, que también formó parte del bipartito, participó en los debates de las estrategias electorales del BNG y estuvo implicada en los primeros movimientos para conseguir desde Iniciativa pola Unión una confluencia con otros partidos de cara a las pasadas elecciones generales. Pero abandonó el proceso al percibir que por parte del Bloque había poco ánimo para buscar alianzas. "No veía una apuesta clara por la confluencia y tampoco coincidía ni con la línea ni con el tono expresado", admite ahora.

Fue un punto más en su distanciamiento del programa oficial del Bloque. A eso se sumó el batacazo electoral de la candidatura NÓS-Candidatura Galega (en la que estaba el BNG), que confirmó que el camino seguido por los nacionalistas no era el correcto, y el documento oficial con que el Bloque acudirá a su asamblea del 28 de febrero para intentar diseñar un nuevo rumbo. Ana Luisa Bouza confiesa que sus discrepancias son tanto por su "táctica electoral" -la de rechazar una confluencia con En Marea- como "con la propia visión de país que se tiene".

Aunque próxima al que fuera portavoz nacional del BNG y vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, tras la asamblea de Amio que desembocó en la escisión de la formación nacionalista, fundó el grupo Abrente junto con el entonces diputado Carlos Aymerich, si bien en los últimos años también se había distanciado.

Antes de la carta remitida a la dirección del BNG para comunicar su baja, Bouza ya había abandonado la vicepresidencia de la Fundación Galiza Sempre, que está vinculada al Bloque y que preside el que también fuera portavoz nacional de la formación nacionalista, Guillerme Vázquez.