El portavoz municipal y actual presidente provincial del PP en A Coruña, Carlos Negreira, anunció ayer una doble renuncia política: no repetirá como máximo responsable del partido y dimitirá "en las próximas semanas" como concejal en María Pita, lo que también conllevará su renuncia a continuar como representante en la Diputación provincial, donde también ejerce como portavoz.

Negreira, que asegura que toma esta decisión "por coherencia personal" y para promover el "relevo" dentro del partido, hace pública su salida de la primera línea política ocho meses después de escapársele de las manos la Alcaldía de la ciudad, tras perder la mayoría absoluta cosechada en 2011. El popular, sin embargo, no ha querido vincular el desplome de votos de las locales -pasaron de 51.262 a 36.838 votos- y, sobre todo, de las últimas generales -de 340.206 sufragios en toda la provincia a 237.837 el 20-D- con su anuncio. "Esta ha sido una etapa y no se puede coger solo una elección. Hemos tenido 11 comicios y hemos batido todos los récords", aseguró, flanqueado por la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, y el delegado territorial de la Xunta, Diego Calvo.

¿Cuál será ahora su futuro? No lo ha decidido aún, o eso dice, si bien tampoco cierra la puerta a continuar en un mundo de la política que es, afirma, "muy difícil de abandonar". "Me pongo en otro lado. Uno puede estar sobre el terreno y jugar o estar entre el público y animar. Yo estaré ahí para ayudar en lo que me pidan". Su única certeza es que no volverá al cuerpo de letrados de la Xunta y que se ganará la vida "de otra forma". El cómo todavía es un misterio.

Negreira comunicó su decisión ayer a la junta directiva provincial del partido tras ocho años al frente como máximo dirigente y tres como secretario general. En el encuentro, celebrado en un hotel coruñés, el presidente de la formación a nivel gallego, Alberto Núñez Feijóo, elogió a Negreira como un "político de calle" y "generoso". "Carlos nos enseñó a hacer política con cercanía", indicó Feijóo, que pese a que señaló que su salida suponía una pérdida "importantísima" también hizo mención al desplome de apoyos electorales del último año.

El exalcalde y Feijóo siempre han mantenido una muy estrecha relación en su ascenso político dentro del partido. Negreira ayudó a su compañero en la renovación de los conservadores gallegos que tras años de hegemonía del fraguismo sentó las bases del nuevo PP, que arrebataría el control institucional a los gobiernos de coalición entre socialistas y nacionalistas que se habían forjado a mediados de la década pasada. Ahora que el futuro del presidente de la Xunta también es una incógnita, Negreira eludió aclarar, tras ser preguntado por los periodistas, si su carrera política correrá un camino paralelo al que tome Feijóo. "Eso no es lo importante ahora, sino la renovación de equipos y que las bases del PP elijan", afirmó.

La salida de Negreira deja un vacío de poder en el grupo municipal del PP coruñés. Los conservadores pierden a la cara visible en torno a quien se nucleó la lista electoral de los últimos comicios -varios de sus miembros en los puestos de salida reconocieron en campaña haberse integrado en esta candidatura por su afinidad a la figura de Carlos Negreira- y en el aire queda ahora el nombre del futuro portavoz en el Palacio de María Pita.