Formación Profesional en Galicia todavía cuenta, para el periodo de matriculación extraordinaria, con 6.352 plazas libres distribuidas en centros tanto urbanos como de áreas rurales. Son aproximadamente algo más del 15% de la oferta total de plazas en régimen ordinario en Grado Medio y Grado Superior y normalmente son pupitres que no se cubren por desajustes geográficos entre la oferta y la demanda, es decir, que las solicitudes del alumnado para cursar un determinado ciclo no coinciden con el número de plazas de su centro más próximo. También puede darse el caso, según fuentes del sistema educativo, de ciclos con menor demanda que otros en centros urbanos, pero en la mayoría de los casos son ciclos ubicados en áreas semiurbanas o rurales que no completan la matrícula.
Ahora se abre un plazo extra de matrícula, hasta el día 11, en el que los estudiantes que no se hayan inscrito en ciclos puedan elegir entre las vacantes a estas alturas del año. Suman, en Grado Medio, 3.535 plazas: 1.059 en la provincia de Pontevedra, 480 en Ourense, 714 en Lugo y 1.282 en A Coruña. En Grado Superior son menos aunque todavía quedan libres 2.817. En esta etapa se contabilizan 948 en Pontevedra, 908 en A Coruña, 573 en Lugo y 388 en Ourense.
La cifra de plazas vacantes en pleno mes de septiembre es incluso superior al número de solicitudes en lista de espera, para los ciclos más demandados, aunque hay que tener en cuenta que en esta cifra, que supera las 5.000 peticiones que no lograron entrar en la opción deseada en esta ocasión, puede haber duplicidades. La rama de Sanidad es una de las que acumula año tras año mayor número de solicitudes y también en este caso se encuentran entre las más solicitadas Servicios Socioculturales, Transporte y Mantenimiento de Vehículos y Hostelería. El año anterior, por ejemplo, la lista de espera ascendía a 8.000 solicitudes, sin olvidar que puede haber duplicidades en las peticiones por parte del mismo candidato.
Por un lado están los ciclos con lista de espera, los de mayor demanda y, por otro, los ciclos que todavía disponen de pupitres para las últimas fases de matriculación. Y estos últimos, libres, superan a las solicitudes en cola. Este detalle lleva a pensar, por ejemplo, que en una distribución lineal, si los alumnos que no entran en su opción favorita, eligiesen otra, todos los candidatos lograrían pupitre. O, visto de otro modo, si la distribución geográfica de las plazas coincidiese exactamente con la demanda de los aspirantes para cursar FP, ajustando familias profesionales y pupitres por centros, también se completaría el cupo al 100%.
Equilibrio
La propia Secretaría Xeral de Educación y Formación Profesional explicaba que, frente a las que acumulan lista de espera cada año, hay otras familias profesionales que no consiguen llenar las aulas y quedan más de 3.000 pupitres vacantes. No obstante, argumentaba que no sería bueno aumentar todas las plazas que el alumnado solicita en los ciclos de mayor demanda porque el mercado no lo absorbería y daría lugar, a posteriori, a un desajuste en la capacidad del alumnado para entrar en el mercado laboral. Así, constataba que no debe responder a "situaciones coyunturales, sino que ha de planificarse con más plazo". Sitúa el mayor número de vacantes en ciclos impartidos en el rural, vinculados a la rama técnica o industrial.
