Portugal, como la gran mayoría de países de la Unión Europea, sí puede dispensar, sin problemas ni restricciones, la vacuna del meningococo B. Eso sí, todas las dispensaciones deben ser con receta médica. Las familias gallegas que bajan a comprar la vacuna lo hacen por prescripción de un facultativo o pediatra. Tras los movimientos de muchas familias en Galicia para adquirir la vacuna, las autoridades sanitarias portuguesas han empezado a hacer inspecciones en boticas. "Solo podemos comercializar la vacuna con receta y tenemos que asegurarnos de que la vacuna viajará en óptimas condiciones, entre 8 y 10 grados. Está habiendo inspecciones sanitarias en farmacias del Norte", comentan desde boticas de Viana.