Muchos niños no están obligados a visitar a su pediatra para revisiones anuales a partir de los siete años, pero sí acuden con frecuencia a las farmacias con sus padres o abuelos. Por lo tanto, los farmacéuticos pueden ser un aliado idóneo a la hora de implicarse en mejorar su salud y hábitos alimentarios. Así lo consideran los farmacéuticos de Pontevedra, que han decidido lanzar una campaña durante 40 días -que comenzó ayer y se extenderá hasta el 10 de julio- para detectar y seguir posibles casos de obesidad infantil entre menores de 4 a 18 años.
"El farmacéutico puede aportar su experiencia como educador sanitario y su proximidad a la población", aseguró la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra, Alba Soutelo, institución impulsora de la inciativa. "La obesidad es uno de los mayores problemas que amenaza la salud actual y futura de las nuevas generaciones", explica.
Las oficinas de farmacia de la provincia de Pontevedra realizarán un test con dieciséis preguntas que valora la adherencia de los más pequeños a la dieta mediterránea. Luego, establecerán su percentil a partir del peso y talla. Esa será la base del procedimiento. Y después, en función de los resultados del test y del índice de masa corporal del menor, se aplicará un seguimiento. A los niños cuya alimentación no sea adecuada, el farmacéutico ofrecerá su apoyo con unas fichas didácticas sencillas y muy visuales, informándoles sobre los beneficios de una correcta nutrición y de practicar ejercicio físico.
En caso de detectar parámetros que determinen riesgo de obesidad, el farmacéutico recomendará que el niño acuda al pediatra o al médico, si es mayor de 14 años, para su valoración.
"De acuerdo con los datos facilitados por la Consellería de Sanidad en el año 2014, el 26% de los niños de 6 a 12 años gallegos presentan sobrepeso y un 9% llegan al límite de la obesidad, es decir, el 35% de los menores que están cursando Educación Primaria están afectados en mayor o menor grado por este problema, que no es ajeno tampoco a la población adulta". Los datos han sido citados por la vocal de Nutrición del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra, Maika López, en la presentación a los farmacéuticos de la provincia de Pontevedra de esta campaña para la prevención de la obesidad infantil en las farmacias. Los farmacéuticos con su intervención mejoraran los hábitos alimentarios y de ejercicio físico de los menores, favoreciendo su salud y disminuyendo su riesgo de padecer obesidad".
Seguimiento
Los responsables de las oficinas de farmacia también prevén que en la siguiente visita del niño -cada 10 o 15 días- se haría un seguimiento para evaluar de nuevo la calidad de la dieta y comprobar qué aspectos han mejorado y cuáles siguen sin ajustarse. Para ello el farmacéutico repetirá el test (llamado Kidmed) y realizará una nueva medición de su peso y su talla, determinando el percentil en el nomograma, y continuará con hábitos que todavía se deben mejorar.
El Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra ofreció a los profesionales formación para abordar esta campaña, con la que contribuirán con el objetivo principal de intentar reducir los casos ya existentes y frenar el aumento de este problema a través de una acción educativa infanto-juvenil en menores de 18 años.