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Ciudadanos utilizando terminales de apuestas deportivas en Pontevedra. // José Lores

La Xunta aparca la recaudación de ocho millones por la tasa de apuestas deportivas

- Facenda ultima la orden para cobrar las tasas dos años y medio después de regular la actividad - Dice que ingresará los atrasos - En la comunidad hay 1.596 máquinas, el triple que hace 2 años

Las seis empresas que gestionan las apuestas deportivas en Galicia no abonan tasas autonómicas desde la implantación de esta modalidad de juego, en junio de 2012. El motivo radica en que la Consellería de Facenda todavía está elaborando la orden que regula este aspecto fiscal, a pesar de que han transcurrido ya más de dos años y medio desde que la comunidad estrenó este nuevo negocio. Durante este tiempo, las arcas públicas podrían haber ingresado alrededor de ocho millones de euros.

El departamento de Valeriano Martínez sostiene que la falta de una normativa sobre esta tasa impide ahora cobrar los impuestos a las operadoras, pero mantiene que lo hará con carácter retroactivo una vez que cierre la cuestión legal. "Se recaudarán todas las cantidades que corresponden desde que se puso en marcha este tipo de apuestas", aseguran fuentes de la consellería.

El problema radica en la fórmula a aplicar para calcular las tasas a pagar. Para ello, se pactó con el sector que su liquidación se realizase por la diferencia entre las cantidades apostadas y los premios obtenidos. Para fijar este método, la consellería debía modificar "los elementos esenciales de la tasa fiscal sobre el juego de apuestas deportivas", tarea realizada y ya en vigor desde el pasado 1 de enero, añaden fuentes de este departamento, si bien fue en junio de 2012 cuando la Xunta aprobó el decreto que abría la puerta a la instalación en Galicia de este sistema. El encargado de presentarla fue el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Las autorizaciones para operar, sin embargo, se demoraron más de medio año y en febrero de 2013 el Ejecutivo autorizó a las seis operadoras que explotan el negocio.

La administración autonómica preveía ya una recaudación de 2,5 millones durante el primer año de actividad y alcanzar alrededor de 5 a partir de entonces. De momento no ha ingresado nada, a pesar de incentivar la recaudación en otros aspectos. De hecho, el jueves el Ejecutivo reveló que sus inspectores lograron ingresar 50 millones de euros adicionales tras revisar los pagos realizados por herencias, entre pagos incompletos y expedientes no declarados y durante los últimos años la lucha contra el posible fraude ha centrado parte de su discurso para defender la necesidad de contribuir a la salida de la crisis de la forma más equitativa, es decir, cumpliendo cada uno con sus obligaciones fiscales.

A pesar de contar con el cambio legal en vigor necesario, el Gobierno necesita ahora redactar una orden que establezca el procedimiento técnico para calcular y recaudar la tasa de apuestas deportivas, que, tras haber pasado la fase de exposición pública, podría recibir luz verde "en los próximos meses". Desde la Consellería de Facenda insisten en que sin estas modificaciones no podrían haber cobrado este tributo porque hubiese sido ilegal.

Mientras la Xunta aborda el cobro de la tasa autonómica de apuestas, las seis empresas con autorización para explotar las apuestas deportivas intensifican su despliegue y se acercan al límite de máquinas en la comunidad que permite la normativa. Esta establecía un máximo de 2.000 terminales y Galicia ya cuenta con 1.596.

Tiendas

Esta cifra resulta casi el triple que las 471 con que se cerró 2013, según el balance de la Consellería de Presidencia, que controla la concesión de autorizaciones. Codere, Sportium, RETA, Luckia, Bwin y Kirolbet cuentan en este momento con 511 terminales en locales de hostelería de Pontevedra, 598 en A Coruña, 255 e Ourense y 232 en Lugo, además de contar con autorización para abrir 28 tiendas específicas, requisito imprescindible para instalar las citadas máquinas. Solo están abiertas, sin embargo, once de ellas: dos en Pontevedra, cuatro en A Coruña, tres en Ourense y dos en Lugo.

A ellas se unen 69 terminales más en espacios de apuestas específicos, como bingos, casinos o salones de juegos. La mayoría se aglutinan en el eje atlántico, pues 26 se encuentran en Pontevedra y 29 en A Coruña, por apenas siete en Lugo y otras tantas en Ourense.

Aunque la normativa gallega permite también la instalación de estas máquinas, de aspecto similar a las tradicionales tragaperras, en recintos deportivos, como el propio estadio de Balaídos, las operadoras no han solicitado permiso para ello.

Otras comunidades que regularon esta actividad antes que Galicia, como Madrid o País Vasco, sí cuentan con amplios salones dedicados a las apuestas en instalaciones deportivas representativas, como el estadio Santiago Bernabeu.

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