Toda Galicia perderá población con una única excepción: el área de Santiago y su entorno, que ganarán 3.600 habitantes en la próxima década. En todo caso, la pérdida de habitantes será mucho más intensa en las áreas del rural, sobre todo en la provincia de Ourense, mientras que en las ciudades y sus concellos limítrofes la caída demográfica será más atenuada.

La comarca que, de hecho, menos reducirá su censo será la de Pontevedra, puesto que la previsión del Instituto Galego de Estadística (IGE) es que solo pierda unos 700 habitantes de aquí a 2024, un 0,5 por ciento de su población.

La ciudad de Lugo y su entorno ocupa el segundo lugar como el área con menos descenso de habitantes en la próxima década (con una reducción del 0,9 por ciento), y a continuación se sitúan A Coruña (1,1 por ciento menos) y Vigo, con una caída poblacional del 1,3 por ciento que se traduce en una disminución de 5.300 vecinos hasta quedarse en 412.000 habitantes -incluyendo la ciudad olívica y su área de influencia-.

Más dramática será la situación en varias comarcas que perderán más de una quinta parte de su población en los próximos diez años. En Ourense los concellos de A Baixa Limia se quedarán sin un tercio de sus habitantes. Terra de Caldelas, que tiene como cabecera de comarca a Castro Caldelas, perderá casi un 27 por ciento de sus vecinos. En Terra de Trives su censo bajará de 4.400 residentes a 3.300 en diez años. También sufrirán drásticos descensos O Ribeiro (24 por ciento), Terras de Celanova (22 por ciento) y A Fonsagrada, en Lugo, con una caída del 21,6 por ciento. Dentro de la provincia de Pontevedra, el área con más caída poblacional será A Paradanta (14,9 por ciento menos).