En 2017-2018 no habrá selectividad y tendrán que estrenarse las pruebas que las universidades acuerden para el acceso del alumnado a las carreras. Estos estudiantes han de aprobar previamente la reválida de la última etapa, al acabar Bachiller. Así lo indica la Lomce.

El Consejo de Estado advierte de que suprimir la selectividad, como fija la reforma educativa, y conceder a las universidades la posibilidad de utilizar determinados criterios adicionales propios para el acceso a las mismas "podría perjudicar el tratamiento uniforme de los alumnos". El Consejo de Estado cree que ceder a las universidades los criterios de acceso puede introducir "un elemento de discrecionalidad que podría perjudicar el tratamiento uniforme de los alumnos". La idea de las universidades gallegas es hacer una prueba conjunta con una parte específica, por temática o rama de estudio.

En un anterior dictamen, el máximo órgano consultivo comentó que el sistema de acceso a la universidad basado en el exclusivo criterio de la nota de admisión "venía funcionando correctamente y ha garantizado la igualdad de los alumnos en la adjudicación de plazas universitarias". Ahora podría ir contra la uniformidad del alumnado, sobre todo con las denominadas "evaluaciones específicas de conocimientos y/o competencias", máxime cuando el texto no desarrolla el contenido básico de esas evaluaciones, pudiendo dar lugar "a sistemas muy diversos".

También si se tiene en cuenta la dificultad o imposibilidad que puedan tener algunos alumnos para acudir a estas pruebas cuando exista una coincidencia o cercanía de fechas entre las realizadas por los centros de preferencia. Aconseja, además, concretar el límite de plazas en las universidades pública y privadas.