Desde que arrancó la crisis, en 2008, más de 45.000 gallegos han abandonado la comunidad para irse a vivir a otros países. Es como si, de repente, desapareciesen de un plumazo los habitantes de Cangas, O Grove y Moaña. La precaria situación económica que vive el país está provocando que de nuevo vuelva a vivirse una diáspora gallega. Pero la actual es distinta, al menos desde el punto de vista de la edad de los que deciden marcharse.

De los 45.187 gallegos que hicieron las maletas entre 2008 y 2012 para irse al extranjero, 12.810 tenían más de 45 años. Representan el 28% del total. Acostumbrados a presenciar cómo son los jóvenes, sobre todo, los que deciden buscar su oportunidad en otros países llama la atención que casi tres de cada diez emigrantes superen los 45 años. Eso sí, los jóvenes siguen liderando la salida de gallegos hacía otros destinos internacionales. Casi la mitad del total (18.421) tiene entre 16 y 34 años, según las estadísticas del Instituto Galego de Estatística (IGE).

Francisco Ruiz, miembro del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, divide a los nuevos emigrantes en tres grupos. Un tercio son jóvenes "que tienen una buenísima preparación, la mayoría de ellos con carrera universitaria, aunque les falta haber trabajado". El otro tercio son adultos, y el otro tercio "personas que han estado antes y que vuelven porque conocen a alguien que les ofrece un trabajo porque han dejado un buen sabor de boca".

Los jóvenes, según su experiencia, "no tardan mucho en decidirse" en hacer las maletas, mientras que a los mayores de 45 años "les cuesta más dar el salto".

Desde 2008 hasta 2012, la emigración gallega al extranjero ha aumentado un tercio: de 7.435 a 9.890. La franja de edad en la que se ha producido un mayor incremento es la de 45 a 54 años, con un 39%; seguida de la de 35 a 44, con un 30%, y la de 25 a 34, con un 26%.

Francisco Ruiz apunta que antes de emigrar, sobre todo los jóvenes, deberían pensárselo bien. "Al final, si no consiguen un trabajo, hacen otros que no son los suyos y mal remunerados. Deberían pensar antes, por ejemplo, que el conocimiento de la lengua es muy importante", aconseja, porque "querer abrirse camino en su profesión sin conocer la lengua es muy temerario".

La franja de edad en la que más gallegos han emigrado desde el arranque de la crisis es la de entre 25 y 34 años. En total, 13.133. Tras un bajón en 2011 (2.509), en 2012 volvió a aumentar hasta los 2.854. Un 13% más. La segunda es la de entre 35 y 44, con un total de 8.934. Por provincias, de los 45.000 gallegos que han salido al extranjero desde 2008, el 75% pertenecen a las provincias de A Coruña y Pontevedra. De la primera se han marcado casi 20.000 personas (19.148) y de la segunda, casi 15.000 (14.511). Más atrás quedan Ourense, con 7.152, y Lugo, con 4.376.

"Los gallegos adultos que salen ahora de Galicia están mucho más formados que durante la emigración de los años 60 y 70", reconoce Francisco Ruiz, miembro del Consejo de la Ciudadnaía Española en el Exterior y presidente del Consejo de Residentes Españoles en Ginebra.

Desde la ciudad suiza de Lausanne, Ruiz insiste en que los emigrantes de mayor edad tienen mejor preparación que hace años. "Son personas que ya han tenido una empresa, que tienen una experiencia mayor que antes y que conocen el oficio porque lo han practicado. Los jóvenes, en cambio, tienen muy buen currículum, pero les falta la práctica", explica.

A aquellos que se estén pensando hacer las maletas para buscar un trabajo en el extranjero les da una serie de consejos. El primero es el conocimiento de la lengua del país al que van. "Es primordial conocer algo del idioma. Por ejemplo, Suiza es un país pequeño pero tiene tres idiomas. No es lo mismo ir a la parte en la que se habla suizo alemán o a la que se habla suizo francés", puntualiza. Si no se sabe el idioma, afirma, las oportunidades para encontrar un buen trabajo se reducen mucho.

Otro de los consejos que da es que en todos los países hay mucha competencia para encontrar empleo. "En Suiza hay paro. No al nivel de España, pero hay paro. En el cantón de Vaud, que es donde yo vivo, el nivel del paro es muy alto, un 5%. La media de Suiza es del 3,5% o 4%", explica. "Que nadie se olvide que cuando deciden marcharse vienen a un país en el que hay mucha competencia y en el que hay ciudadanos de otros países que también están buscando un empleo", avisa.

Por último, el tercer consejo que ofrece es que "vengan con algo muy seguro y con un presupuesto de lo que se pueden gastar". "Deben salir de Galicia con un presupuesto de lo que les costará estar una semana o un mes sin encontrar trabajo. Lo contrario es muy arriesgado", confirma.