A finales de 2012 el Instituto Galego de Estatística (IGE) publicó una proyección bastante alarmista sobre el desplome de la población en la comunidad durante la próxima década: en 2022 habrá perdido cerca de 130.000 habitantes. La lejanía de ese año provocó que esta cifra tan demoledora no fuese tenida muy en cuenta. Pero esas proyecciones comienzan a confirmarse. Galicia tenía el 1 de enero de 2013 2.762.146 habitantes, 9.770 menos que el año anterior. Hay que retroceder hasta 2006 para encontrar un censo tan bajo.

Las cifras del padrón gallego reflejan la sangría demográfica de la comunidad: ocho de cada diez concellos perdieron población en 2012. O lo que es lo mismo: 250 de los 315 concellos (ese año aún no se habían fusionado Oza y Cesuras). Solo en 63 hubo un incremento de habitantes (en muchos casos no superó la decena de personas) y en dos se mantuvo el número de vecinos: Valga, en Pontevedra, (6.083) y O Vicedo, en Lugo, (1.886).

Los datos divulgados ayer por el IGE también revelan que el ayuntamiento más poblado es el de Vigo, con 289.070 habitantes, y el menos habitado es el de Negueira de Muñiz (Lugo), con 276. Este último fue uno de los 63 en los que aumentó el número de habitantes. En enero de 2012 eran 272.

Algo menos de la mitad de los ayuntamientos gallegos (155) han rebajado su censo en la última década por encima del 10%. De ellos, 36 están en la provincia de A Coruña; 58 en la de Ourense; 47 en la de Lugo y 14 en la de Pontevedra.

De las siete ciudades, cuatro pierden habitantes. Destaca la caída de Ferrol (1,5%), afectada por los problemas del naval. Le siguen Vigo (-0,4%), A Coruña (-0,25 %) y Ourense (-0,17 %). En el lado contrario se sitúan Pontevedra (+0,6%), Santiago (+0,5%) y Lugo (+0,3%). La ciudad que más población pierde es Vigo, con 1.190 personas menos. Ferrol también pasa del millar de habitantes perdidos, con 1.119 menos, lo que deja la población en 70.130 personas.