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La CNMV verificó que cajas y NCG beneficiaron a clientes con preferentes a costa de otros

La inspección halló operaciones con minoristas a "precios significativamente alejados" del real, falta de evaluciones y de advertencias - "Fallamos todos", admite Julio Segura

La suya era una de las comparecencias más esperadas en la comisión de investigación de las cajas, porque con él al frente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) salieron las últimas emisiones de híbridos de capital y estalló también la polémica. Y aunque evitó expresamente "señalar culpables", Julio Segura sí quiso dejar claro el enorme error colectivo. "Posiblemente hemos fallado todos", admite, con el matiz de que no hay "nada oscuro" en el complejo producto en sí, que empezó a comercializarse en los noventa "por las ventajas fiscales" para el emisor y por su relevancia para los recursos propios entre 2007 y 2008 como respuesta a "la decisión regulatoria" del Banco de España, que "trató de forzar" la mejora en las entidades. Lo que no quita que durante sus cinco años y medio de presidente en el supervisor bursátil se encontrara una buena ración de "irregularidades" tanto en la cajas por separado, como en la fusionada, incluso en NCG. Porque la problemática llega, al menos, hasta el primer trimestre de 2012 e incluye operaciones con afectados que beneficiaron a unos en detrimento de otros clientes.

Como ocurrió con Caja Madrid y Bancaja, y la CNMV registró en un documento interno que se filtró el pasado abril y derivó en la presentación de una demanda por estafa en la Audiencia Nacional. Segura reveló que en la revisión de procedimientos de case de operaciones "entre clientes minoristas" -porque el supuesto mercado en el que estaban los híbridos se basaba en la colocación, legal, que las propias entidades hacían entre sus usuarios- hallaron "conflictos de interés" entre los propios clientes y la entidad entre el 21 de junio de 2010 y el 15 de noviembre de 2011, que se quitaron de encima a sus propietarios para colocárselos a otros "a precios significativamente alejados de su valor razonable". "Eso no es legal", remarca el expresidente de la CNMV.

Las inspecciones desarrolladas entre 2007 y 2010 muestran "ausencia de evaluación de conveniencia", la calificación de "no complejas" a las operaciones, deficiencias en los test obligados o ventas "sin advertencias oportunas" que se prolongan hasta, al menos, el 29 de febrero de 2012. Segura mantiene que desde mediados de 2010 que el organismo lo sabe y que desconoce si derivaron en expedientes. Algo que sí confirmó en su momento su sucesora, Elvira Rodríguez.

Partidario de evitar que se puedan vender a minoristas, para lo que se necesita un cambio de normativa europea, Segura apela a que mientras tanto se dificulte que un no inversor pueda adquirir títulos a través de "un plazo más dilatado y con más garantías". El antiguo alto cargo señala que la CNMV solo tiene 18 inspectores, frente a los 200 del Banco de España. Y "a título personal" rechaza las fusiones entre cajas de la misma región por el impacto de la duplicidad de red y la competencia.

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