"Si hubo alguna incidencia o molestia lo lamentamos, intentamos hacerlo lo mejor posible pero las oficinas de atención tuvieron un número mínimo de incidencias", defendió el presidente de Renfe. Según explicó, se suprimieron 36 frecuencias semanales, el siete por ciento de las que operan en Galicia. "La comunidad gallega ha sido la que probablemente ha necesitado un menor ajuste", aclaró.

Por su parte, la ministra explicó que se suprimieron las paradas con uno o ningún viajero y garantizó que, en estos casos, siempre hay un transporte público alternativo. "Si conoce algún ciudadano que no lo tiene, habrá que ponerle un servicio", garantizó.