Miles de personas secundaron hoy las movilizaciones convocadas por CCOO y UGT, por un lado, y la CIG, por otro, en distintas ciudades de Galicia, bajo el lema "Contra el paro y por la regeneración democrática".

Una de las principales convocatorias con motivo del Día da Clase Obreira Galega ha tenido lugar en Ferrol, donde hace 41 años se produjeron los sucesos que acabaron con la vida de dos trabajadores de astilleros muertos por disparos de la policía durante una protesta laboral.

La movilización conjunta de CCOO y UGT, encabezada por sus secretarios generales en Galicia, Xosé Manuel Aguión y Xosé Antonio Gómez respectivamente, además de la USTG, arrancó a mediodía desde el monolito de Recimil, que recuerda las muertes de Amador Rey y Daniel Niebla en marzo de 1972 y congregó a 2.000 personas. Los sindicatos convocantes cifraron la asistencia en tres mil manifestantes.

"Vivimos el momento más dramático desde que se inició la crisis", destacó Sánchez Aguión, máximo responsable de CCOO en Galicia. Por su parte, Gómez, de UGT, puso el acento en una comarca que exhibe las tasas de desempleo más altas de toda Galicia y criticó, por "inútiles", la política de austeridad, ajustes y las reformas laborales.

Fue la movilización central de Comisiones Obreras en Galicia y discurrió por la carretera de Castilla y las calles del centro urbano tras el lema "Contra el paro y por la regeneración democrática", para desembocar apenas media hora después en la plaza de Armas, frente al consistorio, donde se dio lectura a un manifiesto conjunto.

Los tres sindicatos (CCCO, UGT y USTG) cargaron las tintas contra "políticas equivocadas y dudosamente constitucionales" que han derivado en una "intensa destrucción de empleo y aumento de las desigualdades".

Los manifestantes aludieron, con consignas y en el discurso, a la corrupción política y económica y a los recortes en sanidad, educación, dependencia o justicia para tildar la situación de "insoportable". Hubo reproches a la Unión Europea, a los gobiernos del PP -autonómico y central-, a la "abierta complicidad" entre cargos públicos y empresas, y exigieron que la política "regrese a su condición de herramienta al servicio de las personas".

La movilización ferrolana centró parte de sus reivindicaciones en la actividad para Navantia y el dique flotante como garantía de "futuro", para una comarca "que dejan morir por falta de carga de trabajo".

Antes de la manifestación, los dos sindicatos participaron en la ofrenda floral institucional que el Ayuntamiento ferrolano, encabezada por el alcalde popular, José Manuel Rey Varela, depositó a los pies del monolito "Dez do Marzal", en el lugar donde se registraron los hechos en 1972.

Los representantes del BNG en la corporación ferrolana no acudieron al acto, en el que sí estuvieron representadas las otras fuerzas: PP, PSOE, IU e Independientes por Ferrol.

Por su parte, la CIG realizó su propia ofrenda floral y se manifestó en solitario con media hora de diferencia con respecto a la protesta de CCOO y UGT.

La marcha del sindicato nacionalista, que reunió a varios centenares de personas y estuvo liderada por su secretario general, Suso Seixo, arrancó desde la Avenida de Esteiro y terminó en Recimil, junto al puente de As Pías que cruza la ría de Ferrol.

El BNG, que se sumó a la marcha de la CIG, reclamó "más autogobierno" y "una economía al servicio de la gente".