En paralelo al Banco Gallego, con una hoja de ruta propia para buscar su sitio en la reforma financiera, la cartera industrial de Novagalicia al completo está bajo el paraguas de la unidad que agrupa todas las desinversiones, la Legacy Unit en la terminología oficial, impuestas por Bruselas para lograr la viabilidad del negocio y salvaguardar los principios de competencia en el mercado como contrapartida a los 5.425 millones de euros que acaba de recibir en la que es su tercera ayuda pública. La estricta dieta de adelgazamiento en las participadas era evidente ya con el acelerón que el banco pisó en las reducciones y salidas del capital en empresas durante el pasado ejercicio. Como ocurre desde los meses previos incluso a la fusión de las dos cajas, cuando se vendieron varias de las joyas de la corona acumuladas en la época de bonanza. Y así tiene que seguir el ritmo. Porque el contrato firmado con las autoridades europeas para formalizar la inyección fija la salida este 2013 de al menos entre un 20% y un 50% de las inversiones de NCG sobre el total del valor en libros.

La inmensa mayoría de los plazos y las cantidades tanto en el área de desinversiones como en la parte bautizada como core -ahí se integra la actividad a conservar, la NCG del futuro- aparecen ocultos en el contrato firmado con las autoridades europeas. La necesaria confidencialidad para evitar pistas que desvirtúen cualquier operación prepare el banco. Así que la suma de la cartera industrial de NCG aparece con una inconcreta horquilla de entre 0 y 5.000 millones de euros, que, en función de las cifras que se aportaron durante la unión de Caixanova y Caixa Galicia, estarían realmente en parte baja. Entonces, en el momento de la integración de las dos entidades de ahorro, la cartera sumaba 2.000 millones de euros.

Sí es más ajustada la tasación en el caso concreto de los cinco paquetes accionariales que el llamado term sheet destaca como "participaciones importantes". El 23,75% en Itínere -propietario de la AP9-, el 8,65% de Sacyr, un 5% en Compañía Logística de Hidrocarburos, el 10,31% de la aseguradora Caser y el 30% de Enerfín. Las cinco alcanzan en libros entre 800 y 900 millones de euros.

Para ellas y para el resto de participadas, Bruselas marca a NCG -que en 2012 ejecutó 13 operaciones con 193 millones en ingresos- la desinversión "en términos acumulativos" y "por lo menos" de entre un 20% y un 50% este primer año de reestructuración, para alcanzar hasta el 70% el próximo 2014, el 90% en 2015 y culminar las ventas en 2016. Solo cuando sea "estrictamente necesario" para preservar el valor de su presencia en un accionariado el banco podrá aumentar la inversión.

Como regla general también, si al final del calendario previsto quedara algún paquete de títulos todavía en cartera, Novagalicia tendrá obligatoriamente que darlo de baja en su balance y colocarla en el mercado a un precio simbólico. El contrato con Bruselas no menciona expresamente la cantidad, pero sí apunta a que será por 1 euro. La cantidad en la documentación aparece así, en singular, al igual que en la resolución de CatalunyaCaixa y a diferencia de otros puntos del term sheet donde se habla de "euros" aunque la cifra aparezca oculta. Fuentes oficiales lo confirman. NCG no lo detalla.