Los trabajadores de Novagalicia Banco se encomiendan al "apoyo de la ciudadanía" para frenar el plan de reestructuración de la entidad, que implica entre otras cosas el despido de 2.508 personas y el cierre de 327 sucursales. En un duro manifiesto difundido ayer, los sindicatos piden la participación de los gallegos en la manifestación que recorrerá las calles de Santiago el próximo sábado.

Las centrales enumeran en el documento los efectos que el plan de NCG tendrá en la empresa y la sociedad. "Una dura e inmoral quita para los ahorradores" de preferentes y subordinadas, "mientras se garantiza el pago a los grandes inversores institucionales" que poseen cédulas hipotecarias. "El conjunto de la sociedad asumirá las pérdidas derivadas de la mala gestión de las direcciones, transformándose la deuda privada en deuda pública", agregan en el manifiesto.

Asimismo llaman la atención del peligro de "marginación financiera" que acarrea el cierre de oficinas de Novagalicia en el rural, "donde los bancos privados cerraron por criterios de rentabilidad". Para los sindicatos la valoración negativa del banco (de -3.091 millones de euros) "implica la incautación del patrimonio acumulado por los ahorros de miles de gallegos durante casi dos siglos".

CC OO, Asca, Csica, CGT, CIG y UGT, en una unión sindical sin precedentes, quieren trasladar así que el adelgazamiento de NCG acarrea consecuencias negativas para toda la sociedad, no solo para la plantilla del banco. El próximo lunes los trabajadores están llamados a un paro de media hora contra los planes de la dirección de la entidad.