Aunque el encuentro entre Novagalicia Banco y los sindicatos comenzó a las seis de la tarde, desde la mañana la plantilla ya conocía la reducción de empleos en unos 2.500 efectivos. "Ya lo habían divulgado por correo interno", explicaron fuentes sindicales, que se mostraron "ofendidas" por la "nefasta política de comunicación" de la entidad. Al encuentro asistieron Alberto de Francisco, Pedro Veiga y Martín Godino por parte del banco. Fue éste último, según explicó Clodomiro Montero (CIG), quien manifestó la intención de "empezar a negociar (el ajuste) en diez días". Pero las centrales sindicales han desautorizado el papel del equipo gestor de José María Castellano para abordar el adelgazamiento de la plantilla. "Exigimos todos una reunión con el FROB, auténtico propietario de Novagalicia Banco", sostuvo Carlos Peso, de Csica.

"No nos vamos a sentar a negociar antes de hablar con el Fondo Bancario, aquí salen con un ERE tras otro", censuró Montero. No gustaron las "formas" de la reunión entre los sindicatos, y especialmente la "ausencia" de José María Castellano, presidente de la entidad. "Preguntamos por él y no estaba, mientras que el presidente de Bankia (José Ignacio Goirigolzarri) dio la cara ante la prensa para comunicar los detalles del plan de reestructuración", agregó Peso. "Tendremos que sentarnos entonces con el dueño, con quien realmente mande más allá de Bruselas y de lo que imponga para recapitalizar la entidad". Quieren conocer así "exactamente" cuál será el futuro del banco gallego y reclaman que la dirección traslade "algo de tranquilidad" a sus trabajadores.

Las fuentes sindicales consultadas por FARO aseguran que la entidad no hizo referencia a un adelgazamiento menos traumático de la plantilla, como apuntó Goirigolzarri para los empleados de Bankia, ni se especificó cómo serían las liquidaciones de los trabajadores que tendrán que marchar.

En cualquier caso, el banco tratará de alcanzar un acuerdo y, de no ser posible, formularía otro expediente de regulación. Sería ya el cuarto presentado desde la fusión de las cajas, que empezó a funcionar formalmente el 1 de diciembre de 2010.

"No creemos que vayan a proponer echar a miles de empleados a la calle de inmediato", explicó a Efe José Ramón de Pliego, de UGT. "No vamos a consentir bajo ningún concepto que quieran despedir a la gente en febrero", ahondó. "Es un drama absoluto", coincidió Carlos Peso a preguntas de este diario.

Las centrales sindicales mostraron además su "inquietud" sobre el futuro de las participaciones preferentes y obligaciones subordinadas, toda vez el banco "no quiso abordar" en la reunión cómo será el canje.

"Para nosotros se trata de un problema de máxima prioridad para la plantilla, ahora van a ir muchos clientes a preguntar qué pasa al final con su dinero y no sabemos qué responderles", clamó Montero. "No sabemos absolutamente nada, ni de las quitas ni de cómo serán las acciones". El banco ya "redobló" ayer la seguridad en oficinas de O Morrazo, según señalaron desde Comisiones Obreras.

Clodomiro Montero explicó que, más allá del encuentro que reclaman con el Fondo Bancario, la CIG ya solicitó una reunión con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Consideran que compete al líder gallego "dar explicaciones" sobre el complejo futuro de Novagalicia.

El nuevo revés para los trabajadores conocido ayer podría volver a provocar la unidad sindical, rota por momentos en el banco gallego. Las centrales expusieron a FARO la posibilidad de reunirse "todos" el próximo miércoles para abordar el futuro de la plantilla "a una sola voz" con Comisiones, UGT, Csica, CIG y Asca. Eso sí, todavía no han concretado nada.