Los juicios por incendios forestales que se celebran hoy en Galicia se alimentan todavía de los ocurridos hace tres años e incluso en la ola de agosto de 2006. Este amplio periodo de tiempo desde que ocurre el supuesto hecho delictivo y la celebración del juicio impide presentar ante el juez una causa firme y bien armada. Además de la falta de pruebas determinantes, las dudas e incluso el olvido que provoca el paso del tiempo en los testigos da al traste d con cientos de investigaciones en materia de incendios. Para evitar las absoluciones por el transcurso del tiempo y la degradación de las pruebas, en gran parte de los testigos, el fiscal del Medio Ambiente en Galicia, Álvaro García Ortiz, urge "trabajar más y mejor" para ser capaz de sentar a los incendiarios antes en los tribunales. "Los testimonios que eran convincentes en instrucción, cinco o seis años después se vuelven testimonios dubitativos porque la naturaleza de la mente humana es así", advierte García Ortiz.

La falta de pruebas y testigos impiden sentar en el banquillo a dos de cada tres incendiarios sospechosos. Y de los condenados, apenas el 5% ingresa en prisión. La práctica totalidad eluden la cárcel ya que carecen de antecedentes penales o la pena impuesta no supera los dos años. Por otra parte, los sentenciados que sufren algún tipo de trastorno psicológico son enviados al centro de Conxo (Ourense).

"Prestige"

El fiscal de Medio Ambiente evita dar por hecho que el juicio por la catástrofe ecológica del Prestige comenzará este año, como estaba previsto. La principal dificultad para reprender penalmente los delitos de incendios, según reitera la Fiscalía, es disponer de indicios y, sobre todo, pruebas personales con testigos que permitan presentar ante un juez una investigación firme sobre la autoría del sospechoso ."El proceso penal y la garantía de nuestro Estado de Derecho impiden que nos acusen simplemente con un dedo y nos manden a prisión; hay que tener pruebas sólidas", insiste el fiscal de Medio Ambiente en una entrevista a Europa Press, al tiempo que apunta que la mayoría de los detenidos lo son por escapes de quemas debido a negligencias. A ellos –explica García Ortiz–, se les impone una pena proporcionada, sin embargo para el incendiario doloso hay una carencia en el apartado de las pruebas.

La investigación de uno de los más graves incendios forestales de los últimos años –el ocurrido el último fin de semana de marzo en el parque natural de las Fragas do Eume– finalmente dará pie a su archivo. Como adelantó FARO, el Seprona concluye que no fue provocado –al parecer fue un episodio accidental provocado por una colilla mal apagada– y se originó en un único foco. Estas conclusiones contradicen la tesis de la Xunta, que desde un primer momento apuntó a la intencionalidad de las llamas y a tres focos simultáneos. Lo "lógico", defiende Ortiz, es que "un delito sin autor o un no delito lleven a un archivo".

El fiscal de Medio Ambiente también se refirió al juicio del Prestige, pendiente de la fecha del inicio del juicio. Aunque todo apuntaba a que finalmente se celebraría este otoño, García Ortiz evita dar por hecho que empiece este año porque –concluye– "siempre puede ocurrir algo inesperado".