El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se mostró ayer abierto a "estudiar" una tasa a los pacientes por los gastos no sanitarios derivados de su estancia en el hospital como pueden ser las comidas o las duchas. "Si una persona está hospitalizada 6, 7, 8 días, tiene una pensión completa, y eso en cualquier pensión de cualquier villa tiene un coste", aseguró el jefe del Ejecutivo gallego el pasado lunes en una entrevista en la televisión. Al ser preguntado ayer en el Consello de la Xunta sobre la posibilidad de aplicar una cuota para compensar estos gastos extrasanitarios, el titular del Gobierno gallego dejó claro que no es partidario de cobrar por consultas, pruebas diagnósticas o cirugías, pero añadió que "hay otras prestaciones que no son sanitarias donde se puede estudiar".

El sistema público de salud está en la cuerda floja. La deuda del Sergas con los proveedores de tecnología sanitaria se disparó un 136% en dos años y cada vez es más difícil asumir los pagos a las farmacias. De hecho, el Sergas ha tenido que retrasar a junio el pago de 80 millones de euros a las boticas que debía abonarse en noviembre. Con esta panorama, Feijóo ya ha dejado claro en más de una ocasión que hay que tomar medidas empezando por cambiar el modelo de prestación farmacéutica. El titular de la Xunta defiende que no se deben financiar medicamentos a los pacientes en función de su edad sino de su renta.

Pero además la Consellería de Sanidade intenta contener al máximo el gasto en sanidad con medidas como la obligación de estar seis meses empadronado para tener asignado un médico de cabecera o cobrar por el "uso irresponsable" de los servicios de salud. Y ahora Feijóo abre una nueva vía para amortiguar la crisis del sistema sanitario: que el paciente pague por la comida, el uso de la cama o las duchas durante su estancia en el hospital. "Son prestaciones que no son sanitarias en un sentido estricto como ducharse, comer o dormir y por los que uno en casa tiene un gasto", aseguró Feijóo durante una entrevista en Intereconomía.

Tras el Consello de la Xunta de ayer, el presidente se mostró abierto a estudiar una tasa por estas "prestaciones no sanitarias" pero al mismo tiempo recalcó que no comparte la idea del "ticket moderador" –que consistiría en cobrar una especie de peaje por el uso de determinados servicios– y cuya implantación se baraja ya en Cataluña. "Yo no soy partidario de cobrar tasas directas por prestaciones sanitarias. Solo como último recurso y en el caso de que el sistema nacional de salud se encontrara al borde de la quiebra", apuntó.

En su opinión, "no es aconsejable" que los ciudadanos tengan que pagar por consultas, pruebas diagnósticas o tratamientos con cirugías. Otra cosa es, según admitió, las prestaciones que "no son estrictamente sanitarias". Feijóo explicó que en otros países ya se cobran estos servicios. "Yo no me pronuncio al respecto", aseguró para evitar ahondar en la posibilidad de cobrar esta tasa. Sin embargo, sí reconoció que es algo "que se puede estudiar".

Pero antes de llegar a esto, tal y como explicó en el programa "El gato al agua" de Intereconomía, lo prioritario es cambiar el modelo de prestación farmacéutica. "No tiene sentido que un señor por el simple hecho de llegar a los 65 años no pague un euro por un medicamento nunca más y, sin embargo, un parado, una persona que tiene dificultades para llegar a fin de mes pague el 40 por ciento", planteó.