A pesar de que en plena era tecnológica la grafología no parece precisamente una salida profesional con mucho futuro, de momento los profesionales de este sector en Galicia no tienen de qué preocuparse. La implantación de las nuevas tecnologías en la comunidad avanza con lentitud, en gran parte por la desconfianza de los gallegos hacia internet cuando se trata de realizar gestiones administrativas, papeleo o cualquier otro trámite que consideren sensible o valioso. Apenas un 16,4% de los gallegos de entre 16 y 74 años utiliza el DNI electrónico u otro tipo de certificado de identificación digital para hacer algún trámite ante la Administración. Unos recelos que, según parece, también están muy asentados en el tejido empresarial gallego.

Y es que, según un estudio del Colegio de Ingenieros en Informática de Galicia y de la Secretaría Xeral de Modernización e Innovación Tecnolóxica, los empresarios gallegos están a la cola en utilización de la firma electrónica. Concretamente, el 47,5% de las pymes de la comunidad realizaron algún tipo de comunicación recurriendo a dispositivos de identificación digital en el último año: el porcentaje más bajo de España, ocho puntos inferior a la media (55,7%).

Los hombres de negocios de la comunidad no parecen confiar en las nuevas tecnologías cuando de ello dependen sus ingresos, una actitud que contrasta con su mayor predisposición a aprovechar las ventajas de la facturación electrónica. Y es que las pymes gallegas parecen haber descubierto este sistema y el año pasado las empresas que recibieron alguna factura vía telemática pasaron del 26% al 58,8%, un espectacular incremento probablemente relacionado con la puesta en marcha por parte de la Xunta de la plataforma de e-facturación. La emisión de albaranes electrónicos, en cambio, sigue siendo baja y solo un 22% de las pymes lo hacen, cifra 2,3 puntos inferior a la media estatal.

El Gobierno gallego es, precisamente, otro de los sectores que no acaba de subirse al tren de la firma electrónica, ya que solo la mitad de las consellerías usa certificados digitales para identificar a sus usuarios. Galicia destaca también por su grado de implantación de los dispositivos de firma electrónica. Aunque, paradójicamente, lo hace por ser la segunda comunidad en la que más población puede presumir de tener su propio identificador virtual.

Los expertos señalan como principales ventajas de la firma electrónica su rapidez, su escaso coste y, en contra de los prejuicios, su gran seguridad. Y es que los especialistas contraponen la facilidad con la que se puede alterar un documento en papel a la inviolabilidad de una firma electrónica, que "se invalida si se cambia una sola coma del texto".