Las siete grandes ciudades crearon ayer un frente común contra la política educativa de la Xunta. Una reunión organizada en Santiago sirvió para que la capital gallega, Vigo, Pontevedra, Ourense, Lugo, Ferrol y A Coruña escenificasen una unión frente al Gobierno de Feijóo.

Los siete gobiernos municipales, entre los que no existe ninguno del PP, criticaron la ausencia de actuaciones para modernizar la red escolar, el mantenimiento de la gestión de las escuelas infantiles en la Consellería de Traballo e Benestar y no en el departamento de Educación, y la falta de medios para poder abrir las aulas fuera del horario lectivo, facilitando así la "conciliación de la vida laboral y familiar".

Representantes de los siete gobiernos mantuvieron un encuentro que se repetirá el próximo 18 de noviembre en Vigo, lo que constituye una amenaza para la Xunta. A siete meses de que se celebren las elecciones municipales, la presión desde este nuevo cónclave urbano puede ir in crescendo si ambos bandos no alcanzan una solución. El grupo de trabajo permanente creado ayer pretende incorporar ahora a más municipios a sus demandas.

Los ayuntamientos, que emitieron un comunicado en lugar de ofrecer declaraciones a los medios como habían anunciado, también se comprometieron a trasladar sus acuerdos a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) para que puedan ser incorporadas a la próxima sesión de trabajo del Pacto Local.

Las ciudades consideran "imprescindible" la elaboración de un Plan de Modernización de infraestructuras, cuya ausencia les causa "malestar" porque son los ayuntamientos "los que reparan y mantienen los centros". "Es urgente delimitar funciones y competencias", advierten.

El punto más duro lo dejan para el final, cuando expresan su "rechazo más rotundo" a la orden que regula las subvenciones para la cofinanciación del programa de apertura de los centros educativos públicos fuera del horario lectivo, clave para conciliar el ámbito profesional y familiar. En su opinión, es necesario "un debate previo" sobre el modelo para poder consensuarlo. "No aceptamos que la dinámica establecida nos conduzca al desencuentro y a la incomprensión" con los padres", indican los ediles de Educación de las urbes.

Finalmente coinciden en la necesidad de establecer un programa formativo en el ámbito educativo.