La propuesta de construir una segunda planta de incineración de basuras en el sur de Galicia por parte de Sogama ha provocado una contundente reacción por parte de la oposición y los ecologistas gallegos, por entender que la Xunta abandona las políticas de reciclaje y reducción de los residuos para apostar claramente por el "lucrativo negocio" de la incineración, ya que con ella se genera electricidad que se vende al mercado. "La Xunta se ha quitado la máscara y ha revelado su plan oculto, que es construir una segunda incineradora", reprocha la diputada del PSOE, Carmen Gallego.

La decisión en firme no se ha tomado todavía, pero la idea de construir una segunda planta se está discutiendo en el nuevo Plan de Residuos Sólido, en proceso de elaboración. De construirse, se ubicaría en Ourense o Pontevedra. "No es una decisión cerrada todavía, pero se tomará en el marco del nuevo plan de basuras", precisa la Consellería de Medio Ambiente.

Su montaje, según reveló el presidente de Sogama, Luis Lamas, en una entrevista publicada el domingo por FARO, tendría como objeto reducir los costes de transporte que conlleva trasladar las basuras a las instalaciones de Cerceda y reafirmar su apuesta por la incineración como método más adecuado para tratar los residuos sólidos urbanos, ya que los demás tratamientos son "opciones residuales o complementarias", aseguró el presidente de Sogama. Además la actual planta, en Cerceda, no tiene capacidad para tratar toda la basura que llega a sus instalaciones. Cada año 500.000 toneladas de basura van al vertedero.

Tanto el PSOE como el Bloque y la Federación Ecoloxista Galega (FEG) censuran que la Xunta renuncie a incentivar la reducción de las basuras, su reciclaje y reutilización tal como recomienda la UE.

"Se trata de una grave irresponsabilidad, ya que trasladan un mensaje muy negativo a los ciudadanos que día a día se esfuerzan para separar la basura en sus hogares", censura Carmen Gallego, quien reprocha además que la Xunta reconozca abiertamente que el reciclaje no es una alternativa.

"La Xunta tiene una visión fundamentalista de la incineración, con una actitud totalmente contraria al reciclaje. Sogama es una empresa pública y no puede regirse por criterios de empresa privada, como negocio", critican desde el Bloque, al interpretar la incineración como una actividad para generar y vender electricidad.

Esta idea es compartida por la Federación Ecoloxista de Galicia, cuyo secretario, Santiago Quintela, entiende también que la Xunta plantea el tratamiento de las basuras, al apostar por la incineración como un negocio. "Si apuestan por una segunda planta en el sur para incinerar no se resolverá el problema y dentro de poco se verá superada por la producción de vertido", denuncia Quintela.

En contra de las palabras de Luis Lamas, el secretario de la FEG recuerda que la UE establece como prioridades para el tratamiento de las basuras las políticas de reducción de los residuos, el reciclaje y la reutilización, y que la quema de basura figura como cuarta opción. "No tiene ninguna razón de ser una segunda planta de incineración más que para incrementar el negocio", asegura Quintela.