España mantendrá su presencia militar en Herat pero no la reforzará con más tropas. El atentado contra los soldados de la Brilat, en el que murieron dos militares, uno gallego, ha reabierto el debate sobre el papel del Ejército español en Afganistán. El Gobierno reafirmó ayer su compromiso con el proceso de "reconstrucción" de Afganistán pero envió ayer un mensaje nítido sobre su posición: si bien es proclive a debatir cómo desarrollar una estrategia para poner fin a la situación de inestabilidad, el aumento de tropas no está entre sus planes. Así lo anunciaron el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, quien habló en nombre del presidente Zapatero.

Las manifestaciones de Moratinos se producían casi al tiempo que la ministra de Defensa, Carme Chacón, despedía en Herat a los dos fallecidos, Rubén Alonso Ríos y Juan Andrés Suárez, cuyos cuerpos llegaron esta madrugada a Santiago de Compostela junto con tres de los heridos. El funeral de los soldados fallecidos se celebrará hoy en la base de la Brilat en Pontevedra, al que acudirán, entre otros, los Príncipes de Asturias, Zapatero, Mariano Rajoy o Chacón. La compañía de RTVE retransmitirá la ceremonia fúnebre a partir de las doce de la mañana.

El refuerzo de la presencia militar en Afganistán es una petición formulada por el recién electo presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Y aunque la UE no entró a debatir formalmente la propuesta, como ayer aseguró el ministro de Defensa francés, Hervé Morin, el caso es que España ya ha cerrado la puerta. Actualmente, con el envío de 50 militares de la Brilat hace quince días, España tiene desplegados casi 800 soldados, que serán reemplazados en el primer trimestre del próximo año por varios contingentes de distintos destacamentos, entre los que posiblemente figuraría de nuevo el cuartel de Figueirido, en Pontevedra.

Si bien Francia o Alemania prefieren esperar a que el nuevo presidente de Estados Unidos "se instale" para conocer en detalle su política sobre Afganistán, España quiso cortar de raíz cualquier conjetura sobre más presencia en la zona en conflicto.

"El debate no debe ser enviar más tropas, sino cómo llevar una estrategia de desarrollo político-militar que ponga fin a la inestabilidad", declaró Moratinos en Bruselas. "Todos los españoles nos tenemos que sentir muy orgullosos de lo que hacemos en Afganistán y no tener ningún complejo", comentó el ministro sobre la misión del Ejército español en el país asiático.

En todo caso, la OTAN rechazó que en la opinión pública se cree la divergencia de que la reconstrucción civil en Afganistán es "buena, mientras que la operación militar es mala". El secretario general de la organización atlántica, Jaap de Hoop Scheffer, advirtió de que "la reconstrucción civil no sería posible sin la parte militar".

Amenaza a España

Estas consideraciones políticas se producían mientras los cuerpos de los fallecidos y tres de los cuatro soldados heridos regresaban a España. La ministra de Defensa viajó hasta Herat para participar directamente el repatriado de los cuerpos y acompañar a los heridos en su viaje de regreso. El de mayor gravedad, Antonio Cures, permanecerá unos días más en Afganistán, mientras que ayer ya retornaron Enrique Dopico (Betanzos), Gonzalo Miguélez Diéguez (A Golada) y Alberto Cao Pérez (Ponferrada).

Al pie de los féretros, Carme Chacón destacó que los militares españoles están en el país asiático para defender la paz y velar por la seguridad de sus compatriotas. "Estamos en Afganistán porque quienes han arrancado la vida de nuestros compañeros no sólo amenazan al pueblo afgano, amenazan la libertad y la seguridad también de nuestras familias", destacó la ministra. Tras recordar que la misión española actúa en Afganistán junto a "otros 40 países de hasta cuatro continentes", la ministra trasladó a la tropa "todo el afecto, la admiración y el ánimo de los españoles".

Mientras desde Defensa se adelantaba que Chacón comparecerá en breve y a petición propia en el Congreso de los Diputados para informar sobre el atentado suicida, la Audiencia Nacional, por medio del juez Ismael Moreno, decidió abrir diligencias por el atentado de Herat al tratarse de una acción contra ciudadanos españoles en el extranjero.

Y la situación de violencia en Herat sigue creciendo. Un jefe de inteligencia y un fiscal afganos y sus dos conductores fallecieron ayer por la explosión de una mina colocada por los insurgentes. La explosión destrozó los vehículos en los que viajaban las víctimas.