La Consellería de Innovación e Industria detectó el pasado mes de octubre, en los análisis regulares que se aplican a los combustibles en Galicia, que el 10% de las muestras -recogidas todas ellas en la provincia de Pontevedra- presentó anomalías en su composición, por cuanto la presencia de "moléculas obstructivas" supera los límites marcados por la UE. El conselleiro, Fernando Blanco, aseguró que estas partículas, a falta de más pruebas concluyentes, bien podrían ser las que están causando una ola de averías en automóviles y camiones al taponar los conductos y filtros del combustible, sobre todo en aquéllos de inyección directa por resultar más delicados en su mecánica.

Por este motivo, la Xunta ha abierto un expediente informativo para intentar determinar el alcance de la cantidad de gasóleo defectuoso distribuido en Galicia y también ha trasladado toda la información disponible a la petrolera Repsol y a CLH para que comprueben los datos y se pueda definir el grado de responsabilidad con el objetivo de, posteriormente, "resarcir" a los conductores que vieron como sus vehículos quedaron tirados en la carretera.

Durante todo el año, la Consellería de Innovación recoge muestras de combustible por toda Galicia para comprobar los parámetros de calidad. Cada mes, y siempre en una provincia distinta -puesto que se van rotando-, se realizan 60 pruebas. Hasta el pasado mes de octubre, todas ellas (540) dieron resultado normales. La Xunta no halló ninguna anomalía. Pero la situación cambió en octubre, mes en el que comenzaron a hacerse públicas las denuncias por averías en los vehículos y que, tras las reparaciones mecánicas, apuntaban como responsable a una partida defectuosa de gasóleo.

Las inspecciones de combustible tocaron el pasado mes en la provincia de Pontevedra. Se revisaron 60 estaciones de servicio y en seis de ellas, el 10% del total, los análisis detectaron la presencia de partículas obstructivas por encima de los parámetros que marca la Unión Europea. Para comprender la transcendencia de este 10% basta con saber que en todo el año en Galicia, entre enero y septiembre, ninguno de los análisis dio resultados anómalos.

Las pruebas sirven para calcular la presencia de partículas disueltas en el combustible que pueden llevar a un mal funcionamiento de los motores. Según la normativa marcada por la UE, los carburantes no pueden producir moléculas obstructivas por encima de los diez grados bajo cero de temperatura. Para comprobar esto, en un laboratorio específico se enfría el gasóleo y se pasa por unos microfiltros para detectar los posos que genera.

Según Fernando Blanco, en el caso de las seis estaciones de servicio controladas en Pontevedra, las moléculas obstructivas aparecieron ya los 6, 7 y 9 grados bajo cero, incumpliendo así las especificaciones europeas.

El conselleiro precisó que estos posos no tienen por qué necesariamente taponar los filtros de los vehículos, pero admitió que en determinas circunstancias sí que pueden hacerlo.

El titular de Innovación no quiso precisar en ningún momento el nombre o la ubicación de las estaciones de servicio que suministraron combustible defectuoso, así como tampoco quiso responsabilizar ni a Repsol, que elabora la base de los combustibles que se distribuyen en Galicia, ni a CLH, que añade y mezcla los aditivos según las especificaciones indicadas por cada marca. En todo caso, el conselleiro sí aseguró que las muestras de combustible anómalo detectado en la provincia de Pontevedra se corresponden con varias compañías.

Aunque la confirmación de la distribución de gasóleo defectuoso por toda la comunidad no llegó hasta ayer por la mañana, la Innovación ya había ordenado el pasado viernes, a raíz de las denuncias de los conductores, la recogida de 100 muestras en gasolineras de toda la comunidad autónoma con el objetivo de precisar el alcance territorial y la cantidad de combustible anómalo repartido por Galicia. Según los cálculos de Innovación, la Xunta tendrá los resultados dentro de diez o quince días.

Mientras tanto y por segunda vez en cuatro días, la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) dejó ayer sin suministro a las estaciones de servicio de la provincia de A Coruña. La previsión era que la distribución comenzara de nuevo a medianoche. La operadora argumenta que el esta decisión responde a "razones operativas". El pasado sábado también se cortó el suministro en A Coruña, mientras que el sur de Galicia se abasteció desde Vigo.