La gestión de Touriño al frente del PSdeG-PSOE en estos últimos cuatro años recibió el respaldo del 100% de los delegados, pero esto no quiere decir que no hubiera críticas, que sí la hubo, aunque en un tono totalmente sereno. De las treinta intervenciones que hubo en el plenario, dos tercios coincidieron en el mismo diagnóstico: la interlocución entre la Xunta y el partido falla, es necesario reforzar la estructura y la organización del PSOE debido a que la actividad institucional del Gobierno gallego la fagocita y se ha abusado de la elección de independientes para los cargos de la la Xunta.

Los delegados reclamaron medidas para fortalecer la actividad interna del partido, con puestos de dedicación exclusiva, un mayor apoyo de los cargos públicos en las distintas agrupaciones comarcales y que se "tire" más de la gente del partido para los nombramientos institucionales. También hubo crítica, aunque las menos, a la coalición con el BNG.

En este tono "constructivo", en el que no hubo crispación, Touriño prometió tomar nota y defendió tanto a los conselleiros del PSOE como a los que no lo son, por su, dijo, "lealtad y esfuerzo".