Redacción/ Agencias / SANTIAGO

Bajo una lluvia persistente, el líder de los socialistas gallegos, Emilio Pérez Touriño, prometió ayer "más y mejor financiación para Galicia", con el nuevo modelo de financiación autonómica, y presentó al PSOE y al Gobierno de Zapatero como "una garantía" de que la comunidad saldrá beneficiada de la revisión del sistema. Touriño lanzó este mensaje optimista, tras las críticas que emitió a la propuesta presentada por el ministro de Economía, Pedro Solbes, porque no tenía en cuenta las demandas de la Xunta, por ejemplo, que al cuantificar el coste de los servicios se tenga en cuenta el envejecimiento de la población y su dispersión.

El secretario general del PSdeG prometió hasta en dos ocasiones que Galicia, al final, tendrá una buena financiación autonómica y también dio por hecho que la comunidad tendrá alta velocidad en la fecha prometida, 2012. Fue en Rianxo ante las decenas de simpatizantes del PSdeG que bajo el agua aguardaron su llegada durante media hora. Como todos los años, los socialistas gallegos celebraron el Día de Galicia en la villa natal de Castelao, realizando una ofrenda floral ante el monumento del símbolo del galleguismo. Asistieron la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa; la presidenta del Parlamento, Dolores Villarino, y el secretario de organización del PSdeG, Ricardo Varela, entre otros cargos y dirigentes.

El también titular de la Xunta proclamó ayer que Galicia es, probablemente, la autonomía "que mejor interpreta el binomio de unión y diversidad", de galleguismo y pertenencia a España. .

Touriño llevó a cabo además una defensa de la lengua gallega como elemento que identifica a todo el pueblo de Galicia y como "patrimonio común". El líder socialista también criticó a todos los que usan la lengua como un elemento de confrontación y proclamó que "no habrá nadie, por mucho que lo intente la derecha, que pueda conseguir que el gallego desuna".

Crisis económica

La crisis también estuvo presente en el discurso de Touriño, quien mantiene su confianza en la marcha de la economía gallega y concluyó que "para sembrar desconfianza" ya está la derecha. El titular del Gobierno gallego quiso mostrar las diferencias entre las políticas de socialistas y populares en momentos de dificultad. De estos últimos, señaló su gusto por la "economía del ladrillo" y el "recorte del gasto social", en contraposición con su propio partido, que ofrece "más protección y compromiso con los que más lo necesitan".

Como broche a su discurso, Touriño aludió al XI Congreso del PSdeG, que empieza hoy en la capital gallega, y dijo a los suyos que este cónclave no será en clave orgánica, sino que será "por encima de todo" un congreso "hecho para el país", ya que intentará "responder a sueños y ambiciones de la ciudadanía".