El Parlamento gallego aprobó hoy, con los votos de los grupos de Gobierno y la oposición del PP, la ley de reforma del impuesto de sucesiones y donaciones, que eximirá de tributar al 90 por ciento de las herencias, y que entrará en vigor el 1 de septiembre.

Durante el debate de esta norma, que se aprobó fuera del periodo de sesiones, en un pleno extraordinario convocado para su pronta entrada en vigor, el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, explicó que esta reforma es "profunda, valiente y justa" y beneficia a la mayoría social.

Sin embargo, para el portavoz de economía del PP, Alberto Sueiro, se trata de una mera "reformita", llega "tarde y a destiempo", el Gobierno la ha impulsado "sin convicción" y obedece a criterios de "electoralismo" y "propaganda".

Durante el debate parlamentario, el portavoz nacionalista, Carlos Aymerich, se felicitó de que en la reforma se haya apostado por mantener el impuesto, porque a su juicio no sería justo eliminarlo, aunque, no obstante, apostó por someter "a vigilancia" la evolución de la reforma.

Mientras, el socialista Xaquín Fernández Leiceaga se felicitó de que llegue la norma al Parlamento y destacó que uno de cada dos ciudadanos que tributaban dejarán de hacerlo.

Por su parte, el popular Alberto Sueiro dijo al grupo de Gobierno empujará a los gallegos "a que vayan a morir" fuera de la Comunidad porque "aquí es muy poco ventajoso", y consideró discriminatorias las diferencias que la reforma establece en casos concretos como dos hermanos de edades diferentes, ya que uno de ellos, el más joven, podría quedar exento de tributar y no así su hermano.

Para el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, con esta reforma el 39 por ciento de los que hasta ahora pagaban quedarán exentos, mientras significó el "amplio respaldo social" de la norma, puesto que ha obtenido el visto bueno de colectivos como la asociación de la empresa familiar o los sindicatos.

Cuando entre en vigor esta norma, las personas que tengan herencias familiares inferiores a 125.000 euros no pagarán impuesto de sucesiones, lo que supone el 90 por ciento de las herencias en Galicia.

La reforma revisa la tributación del impuesto sobre sucesiones y donaciones para cónyuges, ascendientes y descendientes y la elimina para herencias medias, y ofrece un tratamiento específico favorable en vivienda, empresas familiares, jóvenes y discapacitados, víctimas de la violencia sexista y del terrorismo.

Además de suprimir la tributación cuando la porción hereditaria individual sea inferior a 125.000 euros por heredero, el 90 por ciento de las herencias en Galicia, para menores de 21 años se reduce entre un millón y 1,5 millones y bonificación en cuota del 99 por ciento. Para los hijos mayores de 21 y menores de 25 también se establecen reducciones.

La reforma que impulsa la Xunta, igualmente, elimina la tributación en la adquisición de vivienda por el cónyuge, con un límite de 600.000 euros, y se reduce hasta el 99 por ciento la adquisición de venta por hijos, con límite de 600.000 euros por beneficiario. La reforma rebaja también el 99 por ciento del impuesto para empresas familiares y pymes, tanto en sucesiones como en donaciones. La rebaja es idéntica para las explotaciones agrarias en ambos casos.

La tasa, igualmente, ampliará el límite de donaciones recibidas a 60.000 euros, y esta reducción será aplicable también para donaciones posteriores a la compra que se destinen al pago de préstamos pendientes.

La reforma impositiva, además, equipara el matrimonio y las uniones estables de pareja inscritas en el registro recientemente creado por la Xunta.