España ya tiene 46,06 millones de habitantes, de los cuales, 5,22 millones son extranjeros, según los datos provisionales a 1 de enero de 2008 publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. El padrón recoge un incremento del 1,9% en la población inmigrante, que ya supone un 11,3% del total de habitantes.

Atendiendo a las cifras, que no serán definitivas hasta finales de año, el número de españoles se incrementó un 0,4 por ciento en 2007, con 161.751 nuevos empadronamientos. En el mismo periodo, se dieron de alta en el padrón 701.023 extranjeros, la mitad de los cuales pertenecen a alguno de los 27 países de la Unión Europea, de donde procede el 40,1% de los inmigrantes que viven en España.

Sobre todo, rumanos

Por nacionalidades, destaca el crecimiento de la población rumana, que se coloca por primera vez como el colectivo extranjero más numeroso en España (un 14% del total de inmigrantes), por encima de la población marroquí, tradicionalmente más amplia. En concreto, suman 728.967 empadronados, con un incremento del 38,3% (201.948 personas) respecto del año anterior, cuando tras la incorporación de Rumania a la Unión Europea el colectivo superaba en poco el medio millón de ciudadanos.

A los rumanos le siguen los marroquíes, con 644.688 empadronados, y los ecuatorianos, que se mantienen un año más como el tercer colectivo extranjero más numeroso en España (420.110 personas), pese a que desde 2007 su población ha registrado un descenso del 1,6%.

Todas las comunidades incrementan su población este año y Andalucía sigue siendo la comunidad más poblada con cerca de 8,2 millones de habitantes, y Galicia vuelve a situarse como la quinta autonomía con más vecinos de España.