Nicolás Martín Cinto, embajador de España en Kenia, llegó ayer a Mogadiscio, capital de Somalia, a cumplimentar una misión casi imposible: buscar una salida dialogada, diplomática, pacífica del secuestro de los 13 marineros españoles (8 gallegos y 5 vascos) del barco Playa de Bakia que están retenidos por piratas desde el pasado domingo. Y además acude a esta cita, a la que va protegido por un equipo de agentes de operaciones especiales, sin dinero que ofrecer. Como explica otro veterano embajador: "Los diplomáticos no llevamos nunca dinero; ésa no es nuestra misión".Así que Martín Cinto tendrá que valerse de sus contrastadas dotes negociadoras para lograr que el gobierno somalí medie. Este embajador fue uno de los que participó en las conversaciones que el Gobierno socialista de Felipe González mantuvo en los años 90 en la República Dominicana con dirigentes de la banda terrorista ETA, en concreto con Eugenio Etxebeste Antxon.Más recientemente, a finales del pasado año, participó activamente en la liberación de las dos cooperantes de Médicos Sin Fronteras -la española Mercedes García y la argentina Pilar Bauza- secuestradas por guerrilleros en Somalia. Tras diez días cautivas, el diplomático logró su liberación. El Gobierno español siempre se negó a facilitar datos sobre una compensación económica de Médicos Sin Fronteras u otras concesiones.