Todas estas medidas se suman a la ya anunciada por la Conselleira de Vivenda, Teresa Táboas, que es que en todos los pisos de nueva construcción la superficie mínima útil será de 40 metros cuadrados, elevando en 14 el mínimo vigente y eliminado la figura del estudio, donde en una estancia se incluye la cocina, el salón y el dormitorio. Como mínimo, todas las viviendas de nueva construcción tendrán una habitación independiente.

En su propósito de ganar en calidad espacial, la Xunta también regulará la anchura de los pasillo y de las puertas, con la vista puesta en mejorar las condiciones de movilidad de las personas con alguna disfunción motriz.

Así, el ancho mínimo de las puertas pasará de los actuales 70 centímetros a 80 y en los pasillos sucederá algo similar. Actualmente su anchura mínima es de 80 centímetros, pero en la futura norma del hábitat gallego la separación aumentará hasta el metro.

"Esas decisiones están pensadas preferentemente para favorecer la movilidad de las pesonas con alguna minusvalía o que tienen que usar una silla de ruedas", aseguran desde Vivenda.

La intención del departamento de Teresa Táboas es aprobar esta nueva normativa de habitabilidad en el Consello de la Xunta antes del verano.