El tendido eléctrico no ha sido el único afectado por la oleada de incendios del pasado año y los sucesivos temporales. El cableado telefónico también ha sufrido importantes daños. Los fuegos registrados el pasado mes de agosto destruyeron 300 kilómetros de línea de teléfono y más de mil postes sólo en la provincia de Pontevedra.

Su reposición costó cuatro millones de euros. La compañía Telefónica se vio obligada incluso a traer medios de otras comunidades autónomas para reponer con rapidez el servicio. El fuego amenazó con incomunicar varias poblaciones, entre ellas Cee y Ponte Caldelas, lo que obligó a la empresas a poner en marcha un gabinete de crisis para solucionar la situación. Así, vinieron refuerzos de Zaragoza, Guadalajara o León. Algunos tendidos llegaron a arder hasta en tres ocasiones distintas.

Tras los incendios llegaron los temporales que volvieron a poner en jaque a los operarios de Telefónica. Galicia sufrió rachas de viento de hasta 150 kilómetros por hora que pusieron de nuevo a prueba tanto el tendido eléctrico como el cableado telefónico.

Durante la tormenta tropical Gordon que cruzó Galicia el pasado septiembre se quedaron sin luz un total de 100.000 hogares gallegos a causa de los apagones derivados de los daños registrados en 78 líneas.