Las consellerías de Vivenda e Solo y de Innovación e Industria presentaron ayer una línea de ayudas económicas para renovar en las viviendas de protección oficial, tanto públicas como de promoción privada, los sistemas de producción de energía, de agua caliente y de calefacción y electrodomésticos con el objetivo de reducir un diez por ciento el consumo energético en un plazo de siete años.

"Todas las viviendas de nueva construcción deberán cumplir una serie de requisitos como que el 30 por ciento de producción de agua caliente tenga que ser producida por paneles solares", explicaba la conselleira.

Fernando Blanco, titular de Innovación, afirmó que la Administración debe trabajar en líneas que frenen el consumo energético y coincidió con Táboas en que el recambio de electrodomésticos, de calderas y de los mecanismos de producción en general "no es un gasto, sino que es una inversión a medio plazo", puesto que permitirá a los usuarios rebajar sus facturas al final del mes.

Pese a lo complicado de realizar una cuantificación global de la reducción que supondrían estas medidas, Xoán Doldán, director del Instituto Enerxético de Galicia, estima una ralentización del consumo para reducirlo un diez por ciento en siete años.

La Xunta ha decidido abrir esta línea de ayudas ante la inminencia de que los Ministerios de Industria y de Vivienda den luz verde a una nueva ley de calificación energética que tendrán que aplicar las comunidades y ante la que la Xunta ha previsto "mecanismos" como los comprometidos ayer.