La visita de Masterchef a Galicia ha servido una polémica candente. Esta, que enseguida enardeció los ánimos de los tuiteros, fue la parodia del gallego que realizaron los tres jueces del concurso gastronómico de TVE. En la prueba de exteriores, rodada el pasado mes de junio en A Coruña, los chefs parodiaron el acento y el idioma gallegos de tal manera que resultó ofensivo para un gran número de espectadores. De hecho, A Mesa pola Normalización Lingüística promueve un boicot en forma de apagón de la cadena pública el próximo lunes como protesta por el "desprecio" al gallego.

Jordi Cruz ha salido al paso de lo sucedido con unas disculpas a medias: "Creo que hay varios gallegos enfadados con Masterchef", explica en un vídeo en Instagram. "Nadie se ha metido con Galicia. Soy un superamante de Galicia y tengo un montón de amigos en Galicia", continuaba.

La ofensiva parodia ocurrió el juego propuesto por Samantha Vallejo-Nágera para la elección de equipos. La chef les propuso a Pepe Rodríguez y a Jordi Cruz que actuasen como auténticos placeros: el que mejor vendiese el percebe sería el ganador y escogería a qué grupo de celebrities supervisar. Pero este quiño a Galicia se vio completamente empañado por la actitud de los cocineros, que destrozaron el gallego y se pasaron exagerando el acento. "Samanthiña, mi abuelo era de Porriño y fue percebeiro toda la vida", decía Pepe Rodríguez. Tampoco se quedó atrás Jordi Cruz, que mezcló castellano, catalán y portugués de Brasil.

"Sé que hay mucha gente que se ha ofendido. Podría pedir disculpas y pido disculpas, pero la intención del programa nunca es la de meterse con ningún tipo de dialecto ni de zona. Todo lo contario: es promocionarla, darla a conocer", argumenta el seis Estrellas Michelin.

Pero su "mea culpa" se queda a medias, ya que vuelve a insistir: "Yo no pretendo pedir disculpas. Tengo tantos amigos y me gusta tanto Galicia, que no es mi intención. Pero si alguien se ha sentido agredido por nuestra falta de saber gallego y lo mal que lo hablamos, mil perdones, no era nuestra intención".

Apoya esta justificación en todas las veces que Pepe Rodríguez trata de hablar inglés con más o menos acierto. "No nos metemos con el gallego, hacemos el ridículo porque no lo hablamos", reitera. Además, para apaciguar los ánimos lanza alabanzas a una lengua a la que unas frases antes se había referido como "dialecto": "El gallego es un idioma precioso como lo es el mío -el catalán-, el castellano, el francés…"

Y zanja el tema repitiendo sus tibias disculpas: "A aquellas personas que han entendido que nos hemos metido con el gallego, decirles que no era nuestra intención y que nos encanta el gallego. Si hemos hecho una prueba y ha parecido ridícula, es nuestra culpa. Somos unos ridículos, unos absurdos. Lo hemos hecho fatal".