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Muñiz / Iñaki Abella / Noé Parga
Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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Lo primero es recoger la mejilla o semilla del mejillón en las rocas del litoral atlántico más golpeadas por el oleaje, donde comparte hábitat con el percebe. A continuación hay que proceder a sujetar esa cría a las cuerdas de las bateas, en el proceso conocido como encordado. Unos meses después llegará el desdoble, para redistribuir el peso de una cuerda en dos o tres diferentes… Son solo algunas de las fases del laboreo o cultivo del “oro negro” de batea que realizan los acuicultores gallegos antes de conseguir el molusco de talla comercial. Y así se llega a las descargas, que se hacen en ”barcadas” (a granel) si el producto se destina a la industria transformadora, conformada por cocederos y conserveras, o bien en sacos, cuando se envía a las depuradoras que se ocupan de abastecer al mercado de fresco.
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