Con motivo de la festividad de Corpus Christi, las alfombras florales vuelven a engalanar las calles de Redondela. La localidad celebra hasta el domingo una de sus fiestas más populares, la de la Coca, declarada de Interese Turístico de Galicia y donde tradiciones ancestrales y devoción religiosa se fusionan en una combinación perfecta que atrae año tras año a miles de personas.

Dice la leyenda que cerca de Redondela vivía un dragón que de vez en cuando se acercaba a la villa, raptaba una niña y la llevaba a su cueva. Un día, los jóvenes marineros decidieron encararse con el monstruo y pelearon con él hasta vencerlo y liberar a las cautivas. Después, para celebrar la victoria, danzaron con sus espadas alrededor de él.

Para recordar esta historia mítica, el día del Corpus, en la procesión religiosa por las calles engalanadas de alfombras florales creadas durante la noche, participa la figura de la Coca, acompañada de los danzantes de las Espadas y de las Penlas. La primera danza data por lo menos del siglo XVI y es la escenificación de la victoria sobre el dragón. As Penlas, ataviadas con trajes blancos, forman un único conjunto coreográfico con los danzantes de las Espadas y bailan alrededor de ellos. Mujeres adultas llevan sobre sus hombros niñas pequeñas, también de blanco y con alas de ángeles y con su baile representan la alegría de las madres por la muerte del monstruo y la liberación de sus hijas.

Dejando la leyenda aparte, danzas como la de Espadas estaban difundidas en Europa durante el medievo y apare- cían unidas a celebraciones tanto profanas como religiosas. Según los historiadores, su significado tiene que ver con la supervivencia de tradiciones megalíticas, asociándose su ejecución a ritos de carácter guerrero, de fertilidad e incluso medicinal. Actualmente son muy contadas las poblaciones en las que se baila y solo en Redondela se ha hecho de for- ma ininterrumpida en su con- texto original.

En la danza, una veintena de hombres son dirigidos por el Maestro y cuatro guías, ejecutando al son de la gaita y el tamboril una serie de figuras coreográficas ante el Santísimo Sacramento y la Virgen A Gabacha. Respecto a las Penlas, su origen se podría encontrar en los homenajes a la Diosa Primavera, rito pagano que se cristianizó y popularizó en Europa durante la Alta Edad Media. En ellos, unas mujeres, las “burras”, bailan dentro y fuera del grupo de jóvenes con espadas portando cada una en sus hombros a una niña.