Que levante la mano quien ha tenido problemas aprendiendo fórmulas o repitiendo operaciones que se fastidiaban porque “me llevaba una”. Cada vez más docentes buscan resolver esos problemas con la gamificación. Con elementos más cercanos a los juegos de ordenador, esta nueva forma de enseñanza está ganando terreno en las aulas gallegas.
Débora Pereiro Carbajo es profesora de matemáticas en un instituto de Moaña, y ha encontrado el sistema perfecto para enseñar aritmética. No, no viene en los libros de texto (aunque sí en alguna videoconsola). Hablamos de Pokemon.
¿Cómo explicarías en qué consiste la gamificación en las aulas?
La gamificación es una técnica de enseñanza que utiliza el juego como base. Hay profesores que realizan estas actividades para consolidar los contenidos de uno o varios temas, y otros que han ideado juegos completos para proponer y practicar todos los contenidos de una materia.
¿Crees que podría implantarse de forma generalizada en la educación o solo sirve en asignaturas como las matemáticas? Como chica de letras… me ha dado envidia ver Opera-Pokemons.
Cada vez hay más profesores que utilizan la gamificación en sus materias pero creo (y espero) que no se implante de manera generalizada, sino que se mantenga como herramienta más, ya que debemos tener en cuenta los contextos actuales del alumnado: muchos ya dedican gran parte del tiempo a la realidad virtual. Pero todas las materias son susceptibles de ser llevadas al juego, conozco profesores de letras que lo emplean mucho. En concreto, los opera pokémons son actividades que sirven para practicar las operaciones aritméticas en primaria con temática pokémon.
El objetivo de Opera Pokemon es realizar correctamente operaciones aritméticas y conseguir vencer en un combate de operaciones a un pokémon legendario.
Tenemos que hablar de este proyecto ¿cómo surge la idea?
Además de ser profesora de matemáticas en secundaria tengo dos hijas en primaria, y tanto a ellas como a sus amistades les encantan los pokémon. Cómo prefiero que no jueguen a videojuegos, decidí crearles un juego con pokémons, pero de mates. El objetivo es el de entrenar pokémons realizando correctamente operaciones aritméticas y conseguir vencer en un combate de operaciones a un pokémon legendario.
No es tu primera vez en este tipo de proyectos. En 2019 recibiste el premio del Día de Pi en la categoría de actividades creativas en el aula. ¿Cómo fue el proyecto? ¿Qué más actividades has organizado?
En grupos de dos o tres, los estudiantes tuvieron que preparar una actividad diferente, relacionada con el número pi. Para ello midieron con cintas métricas, pesaron con balanzas, utilizaron GeoGebra para obtener aproximaciones de pi... para acabar presentándolas en una feria matemática. Otras actividades que he preparado recientemente para secundaria han sido el cálculo de la superficie de las hojas de los árboles del instituto, la modelización de la trayectoria de una pelota en un tiro a canasta... Este tipo de proyectos están bien valorados por el alumnado, porque les motivan y les permiten trabajar en grupo utilizando las TIC.
Y fuera del aula, ¿hay detractores de este tipo de educación?
Siempre hay gente en contra de cualquier cosa que se salga de la norma, sin embargo estoy convencida de que debemos incorporar cada vez más actividades variadas en nuestras aulas que acerquen la materia al alumnado. No debemos olvidar que además de entender los conceptos debe practicarlos. Por ejemplo, no llega con saber que la multiplicación es la suma repetida de un número, sino que también se debe saber multiplicar con soltura.
¿Recomendarías a otros docentes llevar a cabo este tipo de proyectos?
Claro, este tipo de proyectos es muy enriquecedor para el alumnado y en consecuencia para el profesorado. Para realizar un cambio en nuestra práctica docente lo ideal es aprender de las experiencias realizadas por colegas, y esto se puede hacer en el centro educativo, en jornadas y foros de educación, en revistas...
