"La innovación educativa se hace dueña de mi labor diaria como una necesidad de acción, de curiosidad, de reflexión sobre lecturas, de artículos, de charlas con diferentes profesionales... Me siento afortunada porque el trabajo del aula y la labor docente en la que estoy inmersa todos los cursos es el lugar donde realmente quiero estar", expresa Lorena Estévez, maestra en el CEIP Plurilingüe Sobreira-Valadares. Ella es una de las docentes premiadas en esta edición de Innovagal. Desde hace años está en continuo aprendizaje, formación y aplica cambios en el aula: es para ella "una necesidad" y "vital" para que la educación se adapte a la realidad en la que vivimos.

Años de experiencia

Según explica Estévez, las experiencias a lo largo de estos años en centros educativos de Vigo, Baiona, A Guarda, Nigrán y Pontevedra, junto a su formación previa (Maestra y Licenciada en Ciencias de la Educación), así como la formación continua en la que sigue inmersa, provocaron que se replanteara su labor ajustándose y "creciendo como maestra". "Me apasiona la formación continua, la actualización", apunta Estévez.

Ejemplos de trabajos.

Grupos de trabajo

Participa en grupos de trabajo como "A maxia dos sentimentos", en el que tiene la oportunidad de intercambiar, debatir, descubrir, aprender y reciclar diferentes aspectos de las metodologías, recursos y publicaciones con compañeras con las que comparte "el mismo sentir educativo". "Esto supone un motor relevante para que mi tarea educativa tenga feedback, se evalúe, busque fortalezas y debilidades (DAFO) y consiga mantenerse siempre viva", apunta Estévez.

Aquí describe alguna de las características de su docencia:

  • Neurociencia: Los avances en neurociencia llegaron para dar un respaldo científico a todos los maestros que teníamos claro que el camino de la educación era otro. La aplicación de los descubrimientos en educación tanto en la comprensión del funcionamiento del cerebro, la superación de la relación entre determinismo genético y éxito académico, la importancia de la relación entre diversidad y educación, la importancia de la relación entre las emociones y la educación, la importancia de las funciones ejecutivas (la inhibición de funciones, la memoria de trabajo, la toma de decisión, la planificación y la flexibilidad, etc...). En palabras del neurocientífico Francisco Mora: "Intentar enseñar sin conocer cómo funciona el cerebro será algo así como intentar diseñar unos guantes sin haber visto antes una mano".
  • Ambientes: La visita a otros centros como Amara Berri hicieron que encontrara los ingredientes necesarios para reorganizar espacios y tiempos de un modo realmente enriquecedor tanto para los chicos y chicas como para mí. La diversidad del alumnado, en relación a las NEAE, como los diferentes ritmos de aprendizaje y situaciones personales hacen que las propuestas de aula no deban presentarse de manera única... Son graduales con diferentes niveles y respetando el diseño universal de aprendizaje (DUA). Los tiempos también son importantes, alternando momentos de movimiento diario y descanso en los que la descarga motriz y la concentración se equilibren y alimenten.

Niños con sus trabajos.

  • Aprendizaje por proyectos: En mi aula llevo a cabo los proyectos entendiendo que los alumnos aprenden de manera global, no parcelado en materias ni por adquisición mecánica de contenidos. Fomento la adquisición de procedimientos para aprender de manera autónoma y activa. Partir de sus intereses, realizando cambios permanentes en la programación, atendiendo a la diversidad, haciendo auto y coevaluación, ajustando y reajustando los caminos. El aprendizaje es completamente competencial, el conocimiento no reside en mí sino que aprendemos a aprender, buscar información, llegar a conclusiones, modificar premisas que pensábamos que eran acertadas, trasladamos los aprendizajes a nuestro entorno...
  • Filosofía emocional: Las emociones son las expresiones exteriores de los sentimientos y en la actualidad vivimos en un mundo en el que cada día perdemos sensibilidad ante nuestro entorno y las personas que nos rodean. Muchas veces esto es debido a que no sabemos gestionar bien nuestros sentimientos. Por este motivo, es tan importante el trabajo en el aula dirigido a intentar que mis niños y niñas aprendan a relacionarse con sus sentimientos y también con el de sus compañeros/as. Que se hagan conscientes de ellos y aprendan a controlarlos. Es una tarea compleja que necesita una dinámica lenta y adecuada para que, poco a poco, se vaya logrando: la conciencia de nuestras emociones y las de los demás, tolerancia a presiones y frustraciones, adoptar una actitud empática y social que nos permitirá obtener un mayor desarrollo personal, participar, deliberar desde un ambiente armónico ayudándonos a superar los retos juntos. Estas actividades se introducen desde un punto de vista de desarrollo de habilidades de pensamiento. Los chavales son activos en las propuestas. No quedamos en una charla teórica de las emociones y reflexión sobre diferentes recursos. Tenemos que vivenciarlo, sentir nuestro mundo interior, verbalizar lo que creemos que nos pasa y escuchar a los compañeros contando lo que en realidad pensaban que pasaba, comprobar cómo cambia nuestro cuerpo (la respiración, la expresión en el rostro, la tensión muscular). Trasladarlo a diferentes espacios (aula, recreos, lo que pasa en casa antes de llegar al cole que hace que no confíe en intentarlo...). Momentos para hablar y escuchar son fundamentales en el aula. Estamos trabajando la competencia en comunicación lingüística, aprender a aprender y competencias sociales y cívicas. Al mismo tiempo estamos trabajando habilidades sociales y prevención de conflictos relevantes en el desarrollo del Plan de Convivencia y sobre todo relevantes para la vida. La atención, la constancia, la empatía vendrán de la mano de las emociones. Cuando trabajo el 'mindfullness' en clase no solo estoy aprendiendo a sentir la calma, también estoy aprendiendo a ejercitar la atención, la concentración, la escucha activa y la reflexión, fundamentales en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
  • Aprendizaje cooperativo: lo estoy implantando desde 2015, con la asesoría del CFR de Vigo y la Universidad Vic de Barcelona. Responde al programa AC/CA relacionado con las aportaciones de Spencer Kagan y Johnson, Johnson y Holubec (1999). Se trata de profundizar en un dispositivo pedagógico complejo basado en tres puntos: personalización de la enseñanza, autonomía de los alumnos y estructuración cooperativo del aprendizaje (que los alumnos se ayuden mutuamente a aprender). En consecuencia este programa es inclusivo. Los grupos cooperativos son concebidos como espacios heterogéneos de aprendizaje donde los alumnos aprenden, comparten experiencias, ejercitan las habilidades sociales, ayudan a los compañeros que más lo necesitan y haciendo que el aprendizaje de los que no lo necesitan sea realmente comprensivo y significativo (no memorístico o mecánico). Aprenden con, de y para los compañeros haciendo dinámicas de cohesión, participación, inclusión... También razonan sus acuerdos y sus diferencias, llegan a consenso, aprenden a resolver conflictos adquiriendo herramientas de interacción social que podrán utilizar en su vida extraescolar y profesional. La evaluación de su propio hacer, los planes de equipo, son fundamentales para la metacognición, el feedback que reciben de los propios compañeros son el punto de partida para planificar su mejora.

Continentes.