La eliminación de las recuperaciones en la ESO, anunciada por el Gobierno ya para este curso, ha causado malestar entre el colectivo docente: demasiado apurado con el curso ya avanzado para aplicar en el actual año académico. Obligará a los claustros a rediseñar el calendario escolar. Será un lío y en poco tiempo. Pensando en la repercusión que tendrá esta medida hay docentes que creen que será complejo, ya que es posible que alumnado suspenso consiga hacer un mejor examen de recuperación aunque sea con pocas semanas de diferencia y hay otros que consideran que a efectos de notas no se notará mucho. No es fácil que un alumno/a consiga practicar una materia como para superarla en tan poco tiempo, hablamos de menos de un mes entre los finales y la recuperación cuando ambas pruebas se realizan antes de verano. En cuanto a superar la materia con varios exámenes seguidos (la evaluación normal y la de recuperación a final de curso) docentes consultados tienen distintas opiniones. Coinciden en que la eliminación de las recuperaciones para este curso es precipitada.

Lo que sí asusta realmente a muchos docentes es el tema de la promoción, de pasar de curso. El Real Decreto del Gobierno permite promocionar y graduarse con suspensos. Pero no concreta el número. La normativa sitúa la repetición de curso como algo “excepcional”. Desvincula el número de suspensos de la promoción y la titulación, al entenderlas como decisiones colegiadas y dejarlas en manos del equipo docente. Cuentan docentes consultados que esto va a traer dificultades a la hora de decidir con cuántos suspensos se considera que un alumno/a debe pasar o no. Y también diferentes interpretaciones en función de las materias que sean. Es más, algunos indican que puede haber diferencias entre distintos centros e incluso en un mismo centro (se refiere este docente a Secundaria, en este caso): diferencias entre dos alumnos en función de la junta de evaluación. Quiere decir con ello que podría darse el caso de un alumno que pase de curso con tres suspensos, por ejemplo, y otro que con dos se considere que debe repetir, teniendo en cuenta que la nueva normativa pretende que la repetición se reduzca a la mínima expresión. ¿Y cómo trasladarlo a los padres si no hay una norma común para todos, un número concreto de materias aprobadas que defina la promoción? Ah, y también consta en la norma que el alumnado podrá titular si adquiere los objetivos de etapa. Otro criterio que docentes ven difícil combinar con materias suspensas y aprobadas.