“Los colegios en Nueva York vuelven a cerrar. Y me da miedo pensar en un posible confinamiento de la educación aquí porque no sería bueno y dudo que estemos preparados a pesar de haber pasado ya por uno”, indica la docente Pilar Hernández Dopico, asturiana y actualmente residente en Valencia. Si bien los datos en los centros educativos de España son optimistas (sin pensar en cierre en el sistema educativo), Hernández, a través de su firma ‘El Pupitre de Pilu’, reflexiona sobre esa hipotética situación. “Por la necesidad de socializar, siendo los centros escolares un lugar fundamental para la socialización; por conciliación familiar, hay que tener en cuenta los trabajos de los padres y los riesgos de recurrir a abuelos en una situación como la actual y por la brecha digital, no todas las familias disponen de los medios necesarios para poder llevar a cabo una educación digital, ya sea porque no tienen conexión a internet, dispositivos suficientes o los adecuados para poder seguir las clases”, indica Pilar Hernández, además de docente, preparadora de oposiciones de educación.

¿Puede repercutir en el comportamiento de los pequeños y pequeñas el hecho de tener que irse a casa durante un tiempo en caso de positivo por Covid?

Depende mucho de lo que le transmitamos los adultos. Puede haber un positivo sin síntomas, pero también un positivo hospitalizado. Y de si el niño se ve más afectado o menos. La comunicación es fundamental.

¿Qué es lo más importante en estos momentos a la hora de dar clase?

Centrarse en las emociones del niño o niña y en cómo está. Hay que tener en cuenta si ha tenido un caso Covid cerca, o un fallecimiento incluso. Tenemos que trabajar mucho las emociones a nivel de aula y a nivel individual.

Indica también el problema de la brecha digital, que se hizo visible en este tiempo de pandemia...

Sí, en una situación como esta se hace mucho más palpable la brecha digital. Ya no solo se trata de disponer de los medios digitales necesarios. No todas las familias disponen de los medios necesarios para poder llevar a cabo una educación digital, ya sea porque no tienen conexión a internet, dispositivos suficientes o los adecuados para poder seguir las clases. En ocasiones son varios miembros de la familia los que necesitan dispositivos digitales y no son suficientes para todos.

Los datos de contagios en el sistema educativo en España son asumibles, o eso parece, de momento...

Es que el virus no está en las aulas, por decirlo de algún modo. Quiero decir, que lo llevamos desde fuera. El colegio está libre pero los niños, evidentemente, tienen una familia, hermanos... después está el parque, las actividades extraescolares... He de decir que en los centros educativos se está haciendo muy bien.

El papel del profesorado está siendo crucial...

Son los docentes los que están salvando la educación, los políticos no están ayudando. Si la educación hoy en día funciona es gracias a que España tiene unos grandes profesionales. Los profesores están trabajando muy duro para poder proporcionar a los niños una estabilidad en toda esta nueva normalidad. Han sido estos los que han adaptado los protocolos a las aulas, nuestros políticos han dejado, una vez más, la educación de lado, sin ser prioritaria para ellos, o no lo parecía. Dan la sensación de estar preocupados por los colores y en una situación de pandemia esto no debería ser así. La Educación no debería entender de colores políticos. Y esto se ha visto otra vez con la nueva ley de Educación: de nuevo un roto para un descosido.