Entrevista | Javier de Navascués Catedrático de Literatura hispanoamericana

“España no tiene que pedir perdón a Hispanoamérica”

“A diferencia del imperio inglés, intentó integrar a las poblaciones indígenas en la creación de un orden social en las nuevas tierras”

Javier de Navascuésestará en Club FARO el viernes 17 de noviembre.

Javier de Navascuésestará en Club FARO el viernes 17 de noviembre. / Ana Rodríguez

Catedrático de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Navarra y autor de numerosos libros y artículos académicos sobre su especialidad, Javier de Navascués acaba de publicar su primera obra dirigida al público en general, “Aventureros del Nuevo Mundo” (editorial Sekotia), donde realiza una treintena de semblanzas de personajes históricos que forjaron la América hispánica durante trescientos años, entre finales del siglo XVI y principios del XIX. El autor estará en Club FARO el viernes 17 de noviembre.

– En la portada de “Aventureros del nuevo mundo” se califica la América española como “el proyecto más increíble realizado entre hombres, razas, intereses políticos y religiosos”, ¿ofrece una mirada a la colonización menos épica y a la vez alejada de la visión genocida?

– He tratado de aproximarme al hecho histórico desde otro lado. Muchas veces en la opinión pública, no tanto entre los historiadores, todo se reduce a visiones simples, buenas o malas, sin ningún tipo de precisiones, de una manera más legendaria que histórica. He buscado contar las biografías de una treintena de personas que estuvieron allí en tres siglos, me parecía una manera más entretenida y amena pero también más eficaz para ver las luces y las sombres de un hecho tan importante.

– ¿Por qué un academicista de la literatura se lanza a escribir una obra divulgativa en un campo que en principio no es su especialidad, como es la historia?

– Gran parte de las biografías nacen de escritos y , también, la literatura hispanoamericana en el periodo virreinal tiene mucho que ver con lo testimonial, con lo histórico, porque muchas de las vidas de las que hablo en el libro son de cronistas que vieron cosas o ellos mismos las experimentaron.

– ¿Qué criterios ha seguido para seleccionar esos treinta personajes que representan tres siglos de colonización?

– He intentado seguir el recorrido de los años, empezando por personas que vivieron las primeras décadas del siglo XVI y acabando con otras que se movieron entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, que es cuando se dan las independencias, he buscado también perfiles muy diversos, es decir, hay conquistadores españoles, pero también nacidos en América, hay virreyes, esclavos, misioneros, científicos, historiadores, funcionarios, campesinos, tanto hombres como mujeres, indígenas, españoles, criollos y mestizos, porque a veces parece que nos fijamos solo en los españoles que estaban allí, pero en realidad eran pocos.

– El primer mito que derrumba es que España conquistó toda Hispanoamérica.

– Una cosa es lo que decían los mapas y otra la realidad, efectivamente el imperio español era inmenso pero los recursos humanos y económicos de los que se disponía eran otros. Dedico un capítulo a contar las dificultades , a través de cuatro personas, de los poblamientos del sur de Chile, que nunca fueron totalmente sometidos. Y como esas hay muchas partes de América, desde México hasta el sur de Argentina que jamás fueron controladas por los españoles y que ahora pertenecen a repúblicas hispanoamericanas.

– ¿A qué se refiere con la “revolución apacible” de la escritura?

– La expresión se la tomo a Irene Vallejo. Una de las cosas que transforman profundamente América es la escritura alfabética que traen los españoles de Occidente. Las culturas anteriores podían disponer de sistemas de transcripción pero no alfabética, que es una de las grandes conquistas de la humanidad. Precisamente gracias a la alfabetización conocemos, paradójicamente, la literatura nahualt, del centro de México, que fue transcrita. Empieza a haber libros de escrituras indígenas con la llegada de los españoles, antes no hay.

– Comienza con dos colonizadoras mujeres, María de Estrada e Inés Suárez, ¿esto responde a la tendencia actual de rescatar personajes femeninos silenciados por la historia?

– Hoy en día hay un intento necesario de situar a las mujeres en el desarrollo de la historia y utilicé dos casos que son excepcionales, tampoco vamos a decir que las tropas de Cortés estaban al 50% de hombres y mujeres. Me interesaba también por otro motivo: aunque las emigraciones de la Península a América son al principio sobre todo masculinas también se embarcan mujeres y las más arrojadas llegan a administrar territorios. Eso es un síntoma de cómo la colonización se hizo con los medios de que se disponía, con independencia de las leyes que proscribían a las mujeres. María de Estrada es una mujer que va con las tropas de Cortés a la conquista de México y acaba administrando tierras como premio a sus servicios e Inés Suárez era una costurera de Plasencia que fue a América en busca de su marido, que había fallecido, y se hizo amante de Pedro de Valdividia, que acabó conquistando Chile.

– ¿En el proceso de documentación para el libro se ha topado con alguna figura que le haya sorprendido gratamente?

– Juan de Palafox, un virrey y eclesiástico de mediados del siglo XVII que es un personaje extraordinario en muchos sentidos. Su vida es muy novelesca, me admiró su honradez e intento de hacer una política que combatiera la corrupción de cualquier manera, aunque no siempre le salió bien. Es una de las grandes figuras de la colonización, completamente reivindicable.

– Alude en el prólogo a Juan Serrano, el náufrago de cuya existencia sabemos por el relato del Inca Garcilaso de la Vega, ¿son dos ejemplos ilustrativos del trasvase de culturas que se produjo?

– El Inca Garcilaso, uno de los mejores escritores en prosa del Siglo de Oro en España, era mestizo, hijo de una princesa inca y de un conquistador, que va a España a la muerte de su padre a reclamar sus derechos y se adapta tan bien a la península que se queda a vivir ahí. Es un caso perfecto de asimilación del americano en Europa, el ejemplo inverso es el de Pedro Serrano, un español que tras naufragar y vivir en la intemperie regresa a España y no se adapta , con lo cual vuelve a América y vive allí hasta su muerte.

– ¿Por qué ha eludido hablar de los cuatro grandes protagonistas de la conquista?

– Eludo hablar de Colón, de Cortés, de Pizarro y de Bartolomé de las Casas porque a mí lo que me interesa es hablar de otra realidad, no tan vistosa ni discutida, pero que refleja mejor la colonización. Esos cuatro conquistadores se mueven en los primeros cuarenta o cincuenta años de la conquista y en un período particularmente violento; yo preferí tratar los 250 años de asentamiento, que forman el poso real que queda cuando España abandona América.

– Pide que no se les juzgue por sus atrocidades ni se les vea bajo la óptica del siglo XXI, ¿cree que España debe pedir perdón a Latinoamérica por la conquista?

– No tiene sentido. Hay muchos argumentos para refutar ese perdón, en primer lugar porque la España del siglo XVI es un país y la del siglo XXI es otro. Luego están los argumentos históricos, que son infinitos, incluso los defensores de la leyenda negra tienen una visión egocéntrica de la historia porque piensan que el mundo americano era homogéneo, que las tribus y naciones indígenas eran un todo orgánico que fue destruido por los españoles. Y eso no fue así, digamos que luchaban entre ellos para destruirse con la alianza de los españoles. Es como si una potencia hubiera invadido Europa en el siglo XVI y pensaran que todos los europeos éramos uno, cuando estábamos luchando unos países contra otros.

– ¿Qué tiene de distintivo la colonización española con respecto a otras?

– La primera distinción es que, junto con la portuguesa, es la primera colonización europea del mundo. Eso tiene varias consecuencias, una de ellas es que se hace con una mentalidad diferente porque trata de crear un orden social en nuevas tierras. Se diferencia del imperio inglés porque éste quiere crear un nuevo mundo, también con un orden utópico cristiano, pero a base de poblaciones que trae de Europa, en ningún momento pretende integrar a poblaciones americanas, algo que el imperio español sí intentó.

– ¿Algún héroe maltratado por la historia que tenga que reivindicar?

– Alfonso de Sotomayor, artífice de la derrota a Francis Drake, ya que pocas veces se habla de él.

– ¿El villano más malvado?

– Thomas Gage, un inglés que es casi un joker de tan malo que era. Siendo fraile dominico, se paseó un tiempo por México y Guatemala, luego regresó a su tierra y apostató, primero se hace anglicano y luego puritano y empieza a delatar a gente en Inglaterra, manda al patíbulo a muchos católicos. Es un personaje que tiene un libro de recuerdos de su vida en América y en realidad lo escribe para animar a los ingleses a conquistar México. Es un libro sesgado, muy disparatado pero hasta cierto cómico por las condiciones del personaje, que además tenía nostalgia del chocolate que había probado en México y no hacia más que hablar de sus virtudes para que los ingleses lo conocieran y comerciaran con ese elixir tras conquistar México. .

– ¿Algún gallego en su lista de 33 personajes destacados?

– Pedro Sarmiento de Gamboa es un personajazo, un aventurero con un final trágico porque era un hombre quimérico, un sabio, historiador, cosmógrafo y astrólogo, de una personalidad tan arrolladora que convenció al rey para llevar a cientos de colonos a Tierra del Fuego a vigilar el paso de los barcos enemigos. Esa empresa terminó en un desastre, pero él se empeñó en defender a aquella gente, a aquellos desgraciados que murieron de hambre y de frío. Fue un héroe derrotado por la vida.

"Desde el siglo XVI España siempre ha estado más interesada en su vecinos de Europa que en América”

– ¿Considera que deberíamos conocer más en España de esa historia de la colonización?

– Ya en el siglo XVI en España había poco interés por América, vivía un poco de espaldas a América, siempre hemos estado más interesados en nuestra vecina Europa que en la remota América, sin embargo la huella que se dejó allí es importantísima.

– ¿España espolió América y se gasto la fortuna recaudada?

– No soy experto en historia económica para responder con total certeza. Los dos tópicos de que España se enriqueció a costa de América y el de que se gastó todas sus energías allí y empobreció son explicaciones muy simples para tratar de justifica males presentes. Si hablamos de los recursos materiales, gran parte de la plata podía quedarse por el camino en manos de la administración virreinal antes de llegar a España. Por otro lado, gran parte de las riquezas de las Indias en los siglos XVI y XVII sirvieron para financiar guerras que no repercutieron en el mayor bienestar de la población en general.

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