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Manolito soler, “la voz que acaricia”

Manolito Soler, durante una de sus actuaciones. FdV

Manolito Soler, la voz que acaricia! ¿Quién entre los muy canosos no recuerda en Vigo a Manolito Soler, al menos su nombre? Fue un ser quizás denostado por sus afinidades sexuales o su vida “licenciosa” para aquella lamentable mentalidad arcaica que teníamos los españoles en su tiempo pero no solo fue un artistazo en ese mundo entonces alternativo de la Barcelona de noche de los años 50 y 60 sino un ser muy querido en su Vigo natal y en su Teis residencial. Vista como un atentado contra la recta moral y las esencias sagradas del pueblo español, la homosexualidad fue perseguida y reprimida en aquellos años y bien que lo supo Soler sometido más de una vez a la vergonzosa Ley de Vagos y Maleantes y algun paliza por su orientación sexual, pero yo tengo en mis manos una foto del homenaje que le hicieron en 1973 con un partido en el colegio de los jesuitas sus vecinos de Teis, quizas como contrapartida a las incomprensiones o desdenes que hubo de sufrir en ese tiempo.

Manolito Soler en El Paralelo FdV

Hace unos días se hizo público el deseo de solicitar una calle con su nombre, surgido de un grupo de vigueses conocidos, idea aún en estado embrionario que no sé si despertará suspicacias en personas de honestidad probada pero empeñadas en no salir del pasado. Digo yo que, si en tal tesitura nos pusiéramos, mejor que no revisaran las vidas de muchos prohombres que están en el callejero. No existe el “todo o nada”, el “blanco o negro”, y tras un indiscutible benefactor puede haber una historia de enriquecimiento ilícito o tras un educador magnífico un pederasta encubierto.

    A finales de 1977 o en los albores de 1978 actuaron en la sala Riomar de Vigo, cabaret de toda la vida, 7 excelentes transfomistas venidos de Barcelona que eran toda una novedad en la España ya democrática pero aún recuperándose de las leyes de censura franquista. Nunca en Vigo tal cosa había sucedido. Pero mucho antes que estos transformistas se dieran a conocer en Barcelona en esos años 70, ya lo había hecho allí con sonoro éxito Manolito Soler al final de los 50 y en los 60 y, por supuesto, mucho antes de que actuaran ellos en el Riomar de Vigo se había oído en ese escenario cabaretero al vigués cantando su “Batallón de modistillas” entre otros muchos temas de la canción española, con sus modos nada equívocos.

Manolito Soler, durante una de sus actuaciones. FdV

   Tengo en mis manos otra foto de una portada de 1959 del semanario barcelonés El Paralelo en la que el protagonismo se lo lleva un guapísimo Manolito Soler, “la voz de cristal”, con pie que habla de su “triunfante” repertorio de canción española como máxima figura varonil de aquel “Barcelona de Noche” de Paquito Clavel o Bibi Andersen. Actuó en otros puntos como_Palma de Mallorca y luego, “la voz que acaricia” volvió a Vigo tras vivir experiencias dignas de novela, y en esta ciudad tan suya se le vio actuar en el Brasil, Fontoria, Riomar, Suevia o en el Master de Teis, pero también en el teatro Rosalía de Castro. Karina Falagan lo acogió en tiempos difíciles. Nacido alrededor de 1920 en la calle Taboada Leal, hijo de cantero fallecido cuando él era un niño según me cuenta Manolo Míllara, se trasladó al barrio As Coutadas de Teis con su madre y cinco hermanas, a donde volvió tras muchos años de oficio artístico y vida de noche, y donde acabó sus días en situación lastimera, en parte por sus apremios económicos y en parte por su aversión a los médicos, con una gangrena mal tratada que le llevó a morir al Hospital Municipal. Ya de niño “afanaba” los zapatos de tacón de sus hermanas, manifestando una orientación sexual que no reprimió y que vivió a fondo pero en una sociedad que la estigmatizaba, represaliaba y se mofaba de ella. Aún así fue muy querido y nadie duda de su talento artístico. Nació demasiado pronto para ser feliz. Cuánto me hubiera gustado hacerle sus memorias.

 

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