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Sabores

Frutos secos, bocados crujientes

Saludables y ricos en nutrientes, son pequeñas “píldoras” llenas de energía que ayudan en la actividad diaria. Nueces, pistachos o piñones, entre otros, tienen cabida en multitud de recetas. O simplemente, al natural

Hay tantos que lo mejor es ir alternándolos para disfrutar de sus muchas cualidades. Los frutos secos destacan por ser altamente nutritivos, por su poder antioxidante y por su contenido en grasas saludables, entre otras propiedades. Censurados antaño por su alto valor calórico, están demostrados sus beneficios si se consumen con moderación. Los estudios apuntan a que introducir unos veinte o treinta gramos de estos alimentos en la ingesta diaria sería lo adecuado en una dieta variada y equilibrada.

Una de las “reinas” en este mundo de sabores crujientes es sin duda la nuez, fruto rico en antioxidantes, proteínas y fibra, además de poseer una cantidad significativa de ácidos grasos Omega 3, de origen vegetal, saludables para el ser humano. Las nueces ayudan a reducir el colesterol, contribuyen a prevenir enfermedades cardiovasculares y son buenas aliadas para mejorar la función cerebral por su aporte en polifenoles que mejoran la memoria y concentración. Su consumo se hace en crudo (unas 8 al día), solas o acompañadas de otros productos como yogur, miel o queso. Pero también se pueden incluir en recetas, salsas o postres.

En la lista están también las avellanas, que aportan grasas saludables, vitaminas liposolubles como la E y minerales como el magnesio, el fósforo y el potasio, además de fibra. Aparte de su consumo en fresco, en seco o tostada y picada, puede usarse como rico ingrediente en aperitivos, ensaladas y salsas tanto frías como calientes. También se emplea asociada al cacao en los chocolates y cremas, con turrones, tartas, helados, licor, e incluso se obtiene un aceite blanco, de paladar grato muy apreciado.

Dentro de los frutos secos, el pistacho es uno de los que menos calorías aporta y uno de los más coloridos. Al igual que sus compañeros crujientes, puede presumir de buena reputación, ya que es fuente de vitaminas, minerales y otros nutrientes que ayudan, según los estudios, a la concentración, al control del peso o a reducir la presión arterial, entre otras bondades. En cocina se utiliza para la elaboración de helados, tartas y pastelería en general, así como en numerosos guisos.

Por su parte, tiernos o tostados, los piñones aúnan su personalidad en la gastronomía con sus propiedades beneficiosas. Aportan un toque sutil a los platos, tanto salados como dulces, y son ricos en ácidos grasos, vitaminas y proteínas. Su sabor recuerda al de las almendras pero más fino y sutil. Pequeños en tamaño, son grandes en bondades nutricionales. Tienen un alto contenido en omega-6 y omega-3 y vitamina E; igualmente, aportan minerales como potasio, magnesio, zinc y hierro, además de fibra y otros nutrientes. Destacan por su versatilidad en la cocina.

  • Pipas de calabaza: aderezo nutritivo

    El interior de la calabaza guarda en sus pepitas otro fruto seco nutritivo y versátil. Las pepitas se pueden comer tostadas o añadirlas a ensaladas, yogures o como aderezo decorativo a variadas recetas.

  • Castañas: tesoro de otoño

    La castaña es uno de los frutos secos menos calóricos y más ricos en hidratos de carbono de absorción lenta, con un índice glucémico bajo. Es rica en fibra y en minerales y combina en numerosos platos.

  • Almendra: fuente de calcio

    Todos los frutos secos poseen este mineral, pero las almendras aportan un extra de calcio. Por eso son buenas para los huesos y están recomendadas para las personas que no consumen lácteos.

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