En el casco histórico de Pontevedra se alza el pazo que fue residencia de los condes de Maceda, señorial e ilustre, con siglos de historia y lleno de arte como su portada neoclásica o su hermosa escalera. Convertido desde los años cincuenta en Parador, a su merecida reputación -y reconocimientos- suma una gastronomía que concita el interés de comensales llegados de todos los puntos. Ya lo decía Cela: "En la Casa del Barón se duerme, se come y se bebe con sosiego, que el lugar es manso y civil y propicia los dos deleites, el de la carne y el del espíritu, con dadivosa magnificencia.."
Fue morada de nobles estirpes, entre ellas la del barón de la Casa Goda, cuyo nombre lleva la calle y el pazo que gusta de acoger al visitante. La cocina de este lugar con historia se asienta en la calidad de los productos, el esmero en las elaboraciones y la atención al cliente. De eso saben mucho en este Parador que además de la veteranía y los reconocimientos ve respaldada su trayectoria por la propia clientela a diario.
En el interior abundan detalles distinguidos y singulares junto a un mobiliario que habla del noble linaje del lugar, situado en el corazón de esa Pontevedra "hermosa y grave", que decía Otero Pedrayo, monumental y recoleta. Parte de ese mobiliario puede verse en el restaurante convertido en referencia del buen comer gallego. No imaginaba el barón que su antigua morada sería décadas después lugar inexcusable de parada donde degustar la suculenta gastronomía de la tierra.
El restaurante del Parador cuenta con uno de los espacios "enxebres" a base de presentaciones tradicionales realizadas con los mejores productos gallegos. Así se puede saborear pulpo á feira, vieiras al horno, empanadas caseras y otras viandas en forma de tapas y raciones que se adecúan a la demanda de la clientela. Se trata de una oferta culinaria adaptada a los tiempos con una propuesta asequible, en la que es posible degustar cuidadas tapas y raciones. La bodega otorga especial protagonismo a los vinos gallegos, además de otras referencias.
A la oferta enxebre se suma una carta en la que la premisa es la calidad del producto de la tierra. Alberto González está al frente de los fogones de esta ilustre casa con historia en la que recaló hace casi dos años tras enriquecer su conocimiento profesional con otras experiencias en paradores hasta su llegada a este establecimiento de primera línea. Este joven valor de la gastronomía gallega habla de entrantes basados en la tradición con una presentación contemporánea como el pastel de grelos y gambas, las lascas de lacón á feira y de platos como el lomo de bacalao con pimientos (de gran éxito), merluza a la gallega, ternera o la presa de cerdo ibérico que presenta como receta. El apartado de postres es igual de tentador.