El traje hace el personaje y para impregnarse del ambiente de la fiesta es recomendable ir vestido de época. Patricia González, es la costurera que realiza el vestuario empleado por la Asociación Casco Vello en sus representaciones.

"Son traxes que se usaban na vida diaria, non eran traxes de gala, senón os que se poñían para ir traballar", comenta Patricia. "O traxe de muller está composto por chambra ata os xeonllos, enagua, refaixo, mandil, xustillo e mantón ou toquilla de la. Os homes levan un pantalón longo ou ata os xeonllos con polainas e cirolas, chambra curta, chaleque, faixa e chapeu ou pucho", describe la costurera. "Por outro lado están os traxes dos franceses, que se compoñen de casaca con pechera e chorreras, dous cintos con carteira, pantalón con polainas ou botas negras, e o chapeu que é diferente segundo sexa soldado ou un mando", continúa su explicación.

Sobre los tejidos indica que "están feitos de materiais toscos, como liños e las". Los diseños los obtiene a través de fotografías antiguas e incluso pinturas recogidas en diversos libros que Patricia estudia al mínimo detalle. "É sorprendente porque os traxes que usamos agora son moi similarea os de 1800, pero é posible innovar moito dentro deles", apunta. De hecho, últimamente se ha lanzado con los bolsos: "sempre me gustou deseñar bolsos e maletas, así que agora os adapto para pandeiros, pandeiretas...".

Una vocación temprana

Reconoce que desde siempre le gustó coser y que todo lo que aprendió lo fue aplicando a su pasión, la música folk y los trajes tradicionales. Desde niña formó parte del grupo de baile de la Asociación Vecinal de Saiáns y ahora es una de las integrantes del grupo Zurrumaia.

Estudió diseño y patronaje industrial, dedicándose a la moda en los inicios de su carrera como modista y que fue dirigiendo hacia los trajes tradicionales. "Todo o que estudiei e o que fun aprendendo o aplico ao meu terreo", incide.

Hace 25 años que creó su propio taller en Saiáns, donde realiza todos los encargos que recibe. Un estudio lleno de color, al igual que las piezas que diseña y confecciona artesanalmente. Un traje completo suele llevarle dos días, y sus precios rondan los 400 euros si trata de uno femenino y 250 si es para hombre.

Por su experiencia comenta que ahora tiene más demanda que antes, y también diferente. Señala que ahora hay muchos más grupos folk, sobre todo de gente mayor, ya jubilada que aprende a tocar la gaita, o de madres que llevan a sus hijos pequeños y acaban ellas montando un grupo de pandereteiras.

Su talento salta a la vista, pero además ha logrado múltiples reconocimientos como el Certamen Xóvenes Deseñadores de Camariñas, el Certame de Promoción de la Moda Vigoferia y la Muestra de Nuevos Creadores de Moda de la Xunta de Galicia.

Estos días expone en la Casa Galega de Cultura sus trajes bajo el título "1809. Os papeis do home e da muller", que recrea la división de oficios por sexo y con sus correspondientes atuendos".