La ONU convoca hoy el Día Mundial del Medio Ambiente con el propósito de “conectar a las personas con la naturaleza”, y anima a los ciudadanos a que salgan al aire libre y se adentren en la naturaleza para apreciar su belleza y reflexionar acerca de “cómo somos parte integrante y lo mucho que de ella dependemos”. Nos reta a descubrir maneras divertidas y apasionantes de experimentar y promover esa interrelación.

Miles de millones de habitantes de zonas rurales en todo el mundo pasan su jornada diaria “en conexión con la naturaleza” y son plenamente conscientes de que dependen del suministro de agua natural y de que la naturaleza les provea de su modo de subsistencia gracias a la fertilidad del suelo. “Estas personas son quienes sufren primero las amenazas que los ecosistemas afrontan, ya se trate de la contaminación, del cambio climático o de la sobreexplotación”, advierten desde la ONU.

Por lo general, es difícil asignar un valor monetario a los dones de la naturaleza. Como ocurre con el aire limpio, no solemos apreciarlos hasta que pasan a ser un bien escaso. No obstante, los economistas están desarrollando maneras de medir el valor multimillonario de los denominados “servicios de los ecosistemas”, que abarcan desde la actividad de los insectos cuando polinizan los árboles frutales, hasta los beneficios espirituales, para la salud o recreativos que aporta practicar senderismo.

Canadá, país anfitrión

El país anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente, donde tienen lugar las celebraciones oficiales, varía anualmente. Este año es Canadá. Su espectacular y variado patrimonio natural es motivo de orgullo e identidad para los canadienses. Esta abundancia de recursos naturales, asimismo, sustenta la prosperidad económica del país —a través tanto del turismo como de su uso sostenible—, la salud y el bienestar de sus 36 millones de habitantes.

El Día Mundial del Medio Ambiente ocupará un lugar destacado en las celebraciones de su 150º aniversario. Como parte de los festejos, el Canadá está ofreciendo entradas gratuitas a sus parques nacionales a lo largo de 2017.

El valor de la naturaleza

En las últimas décadas, los avances científicos, junto con el aumento de los problemas ambientales —como el calentamiento de la Tierra—, nos están ayudando a entender las formas innumerables en que los sistemas naturales sostienen nuestra prosperidad y bienestar.

Por ejemplo, los océanos, bosques y suelos del planeta actúan a modo de enormes reservas de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano; los agricultores y pescadores aprovechan los recursos naturales de la superficie terrestre y submarina para suministrarnos alimentos; y los científicos desarrollan medicamentos a partir del material genético derivado de los millones de especies que componen la impresionante diversidad biológica de la Tierra.

¡Todos al parque!

Este año, el Día Mundial del Medio Ambiente es una ocasión ideal para salir y disfrutar de los parques nacionales y otras zonas silvestres.

Desde la organización del este día mundial plantean diferentes desafíos para pasar una jornada divertida en contacto con la naturaleza. Así, proponen buscar un mamífero poco común, identificar cinco clases de mariposa o llegar hasta el rincón más remoto del parque. “Registre todo lo que vea y envíenos una foto suya o de sus descubrimientos para que podamos publicarla en nuestras plataformas digitales y animar así a otras personas a que se sumen a la exploración”, dicen desde la página web del Día Mundial del Medio Ambiente.

Otra forma divertida de conectar con la naturaleza planteada desde la organización es “unirse al número creciente de ciudadanos científicos”. Cada vez hay más aplicaciones para teléfonos inteligentes que permiten registrar las observaciones y ponerse en contacto con personas capaces de identificar las distintas especies. Estos registros se incorporan a las estrategias de conservación y ofrecen un panorama de la repercusión del cambio climático sobre la diversidad biológica.

La naturaleza de cerca

La conexión con la naturaleza se puede establecer con los cinco sentidos: ¿por qué no quitarse los zapatos y ensuciarse los pies (y las manos)? “No se limite a contemplar ese hermoso lago, ¡zambúllase en él! Haga una excursión nocturna y déjese guiar por el oído y el olfato”, animan.

Esta conexión también puede producirse en las ciudades, donde los parques desempeñan la función de pulmón verde y centro de la diversidad biológica. ¿Por qué no contribuir a reverdecer el entorno urbano colocando plantas en su calle o en un espacio abandonado, o instalando una jardinera en la ventana? “Anímese a escarbar con una pala o levante una losa y compruebe qué criaturas viven debajo”.

Independientemente de dónde se encuentre, puede comprometerse a recoger basura -cuanta más cantidad, mejor-, o seguir el ejemplo de los ciudadanos de Bombay, en la India, y organizar un evento multitudinario para la limpieza de la playa.

En la era del asfalto y los teléfonos inteligentes, y entre las numerosas distracciones de la vida moderna, las experiencias de conexión con la naturaleza pueden ser fugaces. Pero, con la ayuda de todos, el Día Mundial del Medio Ambiente puede dejar ahora más claro que nunca que la prosperidad de la humanidad y de la naturaleza depende de la armonía entre ambas.