Apuntes políticos de la semana

Feijóo ya entiende mejor a Casado y sus vaivenes por Vox

Los populares intentarán demostrar que los españoles desaprueban los acuerdos de Pedro Sánchez mientras buscan reconquistar espacio a Vox

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.

Pilar Santos

No hay respiro. Acaba de conformarse el nuevo Gabinete de ministros de Pedro Sánchez, el PP ha reformado su cúpula y ya hay nuevas elecciones a la vista. Y no unas ni dos, sino tres: gallegas, vascas y europeas. Los socialistas tratarán de que la ley de amnistía y el resto de pactos con los independentistas no les pasen factura. Los populares intentarán demostrar que los españoles desaprueban los acuerdos de Pedro Sánchez mientras buscan reconquistar espacio a Vox.

Galicia y la ley de amnistía

Los cuarteles generales de la calle Ferraz (PSOE) y de la calle Génova (PP) están ya preparando las estrategias para el pulso por la Xunta de Galicia, probablemente la primera de las batallas. No tienen fecha aún, aunque algunos dirigentes populares explican que el presidente gallego, Alfonso Rueda (PP), está echando números para adelantarlas y que sean en febrero marzo. Tendría que convocarlas en julio como tope, pero los conservadores no quieren dar margen de crecimiento al socialista, José Ramón Gómez Besteiro, y esperan coger a los votantes muy movilizados. “Queremos que metan la papeleta pensando en que Sánchez es presidente gracias a la amnistía y Carles Puigdemont”, comenta un barón del PP. 

Pero el que más se juega en estas elecciones gallegas no es Rueda ni Besteiro, ni siquiera Sánchez. Es Alberto Núñez Feijóo. El ahora líder de los populares logró sacar cuatro mayorías absolutas y dejó la Xunta en manos de Rueda para irse a Madrid pensando que conquistaría la Moncloa a la primera. El temor en Génova es que la mayoría actual (42 escaños) se vea mermada. Miguel Tellado, portavoz de los populares en el Congreso, recomendó esta semana a Vox (0 diputados) que no concurra, aunque Santiago Abascal ha rechazado la idea. La mayoría absoluta son 38 escaños: el PP no puede bajar de ahí si quiere asegurarse el poder. 

Los socialistas, que ahora son tercera fuerza (14 escaños) por detrás del BNG (19), empezaron en octubre las reuniones para la campaña y fortalecer a Besteiro, muy conocido en Lugo y Ourense y no tanto en Pontevedra y A Coruña. A ellos también les afecta la división del voto en la izquierda (no se sabe cómo acabará el espacio de Sumar y Podemos). Los ministros y el propio Sánchez echarán el resto porque, si el PP no logra un buen resultado en Galicia, Feijóo va a salir debilitado. ‘Sánchez vai falar galego na intimidad’.

Espacio para los ‘halcones’ del PP

El presidente de los populares llega a este nuevo ciclo electoral con un nuevo equipo en el que ha dejado bastante espacio a los políticos del ala dura: Tellado, portavoz en el Congreso, tendrá como adjuntos a Cayetana Álvarez de Toledo y Rafa Hernando. Los tres diputados tienen hemeroteca de sobras en la que han demostrado que son muy combativos dialécticamente y les gusta salir al ataque. 

Dicen que Feijóo admite en privado que ahora, ya en la cúspide del PP, entiende mejor algunas decisiones de Pablo Casado en su intento de reconquistar al votante de Vox. Casado colocó a Álvarez de Toledo como portavoz principal en el Congreso, una decisión contestada por el Feijóo de entonces, el de los años de barón moderado. En palabras de la propia Álvarez de Toledo, era un “barón blando”. El Feijóo de ahora, en cambio, no duda en recuperar a la diputada y darle un papel relevante.

En el PSOE se frotan las manos con esos perfiles. A Sánchez, cuentan sus asesores, le preocupa el PP “cuando se va al centro”, como cuando Casado, en la primera moción de censura de Vox, decidió votar en contra. “Con Tellado y con Álvarez de Toledo es mucho más fácil que se vea que a veces se comportan como un partido antisistema”, añaden. 

El PP ha convocado para este domingo en Madrid una nueva manifestación contra la amnistía, la última antes de Navidad, según cuentan fuentes de la dirección. Lo más relevante de esta nueva convocatoria es que la organiza al lado de la sede del PSOE, en la calle de Ferraz. “La distancia que separa a Feijóo de Vox son 700 metros”, se burlan en la sede socialista. El acto se realizará horas después de la primera reunión con un verificador internacional entre el PSOE y Junts en Suiza, de la que los socialistas no han dado información previa.

Feijóo ha dado luz verde a esta protesta pese a que, durante días, las manifestaciones convocadas por Vox y grupos de ultraderecha frente al edificio socialista han acabado con cargas policiales.

Hace apenas 20 meses nadie se habría creído que Feijóo podía ser partidario de convocar una protesta cerca de Ferraz en este contexto de crispación. En las redes sociales corren mensajes para ir a la sede en cuanto acaben los discursos. La idea no es bien vista en parte del PP y algunos diputados y senadores no se muestran partidarios de “jugar con fuego”. 

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