Franquismo

La familia Franco se resiste a devolver la valiosa medalla de oro que una localidad de Asturias reclama desde hace cinco años

El Ayuntamiento de Mieres consultará jurídicamente si puede forzar a los herederos del dictador a retornar la joya entregada en 1952 y retirada en 2018

El exalcalde de Mieres, Guillermo Lorenzo, entregando la medalla del concejo a Francisco Franco.

El exalcalde de Mieres, Guillermo Lorenzo, entregando la medalla del concejo a Francisco Franco.

David Montañés

El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes nueve reales decretos que retiran las respectivas Medallas al Mérito en el Trabajo concedidas a Francisco Franco y otras personas que ejercieron como altos cargos del régimen dictatorial. El componente honorífico de la distinción queda así automáticamente revocado, pero recuperar físicamente la condecoración le va resultar imposible al Gobierno si así lo pretende. Al menos, esa es la conclusión subsiguiente si tenemos en cuenta la experiencia del Ayuntamiento de Mieres, en Asturias.

Los herederos del dictador se han venido resistiendo a devolver la medalla de oro del concejo de Mieres, retirada por acuerdo plenario en febrero de 2018. Esta distinción le fue concedida a Francisco Franco el 7 de diciembre de 1951. De hecho, fue entonces creada ex profeso para agasajarlo. La Corporación decidió hace ya más de un lustro anular el honor. Desde entonces, ha requerido en varias ocasiones la devolución de la medalla como objeto físico. La familia Franco se ha puesto de perfil y no se ha querido dar por enterada.

El gobierno local interpreta que lo relevante era eliminar el reconocimiento honorífico, algo que es efectivo desde 2018. Ahora bien, recuperar la medalla sería completar la medida de enmienda. Si bien los responsables municipales no contemplan entrar en batallas fatigosas que puedan afectar a los recursos humanos o económicos del Ayuntamiento, sí pretenden consultar jurídicamente la posibilidad de reclamar vía judicial la polémica medallas ya desposeída de su valor simbólico.

La postura del Ayuntamiento, ciertamente, tiene un componente esencialmente simbólico, pero también podría valorarse desde un punto de vista puramente crematístico. Y es que la medalla entregada en 1952 no era precisamente una baratija. Fue encargada a una conocida joyería ovetense y costó 15.700 pesetas, cantidad que, según las tablas del Banco de España, equivaldría hoy a más de 30.000 euros. Para poder tener una referencia estimativa de lo que supuso este desembolso económico en la época, a mediados del siglo pasado se podía comprar un piso en Madrid por unas 90.000 pesetas. El Ayuntamiento tuvo que pedir un crédito sobre el presupuesto del año siguiente para costear la pieza, que llegó a estar expuesta durante un tiempo en la joyería de la calle Uría en la que se elaboró.

El acuerdo

anular los citados honores concedidos al dictador y a Girón de Velasco

"Estos reconocimientos no fueron el resultado de la libre expresión y del debate de ideas, sino de la pura adulación de las élites a quien no solo no merece homenaje alguno, sino la más dura reprobación", remarcaron entonces los partidos de izquierdas. Suprimidas las distinciones, quedó establecido el encargo de intentar recuperar las joyas que simbolizaron el retirado honor. Esta tarea ya se antojaba en 2018 complicada. La por entonces recientemente fallecida hija del dictador, Carmen Franco, fue interceptada en 1978 en Barajas cuando intentaba llevar a Suiza 38 piezas de oro, incluidas medallas, insignias y condecoraciones de su padre. Es posible que la concedida en Mieres estuviera entre estas joyas, ya que como se ha dicho era de gran valor.

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