“No podía habernos salido mejor y a Sánchez peor”. El optimismo fue impregnando a las filas del PP, reunidas en el Senado en la jornada de este martes, después de un debate que en el partido veían muy difícil de ganar e incluso de empatar. El plan de los populares siempre fue ampliar el debate a la política económica y no centrarlo solo en energía, como quería el presidente del Gobierno, entendiendo que lo que tocaba era hablar de las consecuencias directas de la crisis energética y evitar la “política de alto vuelo”, las referencias constantes a la Comisión Europea y a las gestiones exteriores del Ejecutivo con otras potencias vecinas.

“Bajar el debate a las casas, a la economía doméstica”, explicaban en Génova. Y al final, dicen en el PP, fue el propio Sánchez quien abrió la puerta a todos esos asuntos, permitiendo a Feijóo poner en duda las cifras económicas del Gobierno -los niveles de deuda, el paro, el crecimiento y las previsiones de inflación-. “¿Por qué está exactamente usted tan contento, señor Sánchez? Con estos datos de desempleo y la inflación en el 10,4%”, le dijo el líder conservador.

Ya que en la intervención inicial Sánchez apostara por un solo anuncio que el PP llevaba repitiendo días, contentó al equipo de Feijóo. El jefe del Ejecutivo explicó que aprobaría una moratoria para que las industrias que usan plantas de cogeneración se puedan acoger a la excepción ibérica. Y precisamente, en los últimos días, varios dirigentes populares habían pedido que el Gobierno reformulara las ayudas para compensar el tope del gas a las empresas e introdujese la posibilidad de que aquellas que operan parcialmente con cogeneración pudieran acogerse. A esto se sumaba la reciente bajada al IVA del gas al 5% que también Sánchez anunció después de haber criticado al PP por proponerlo.

“Nos vuelven a copiar y no aportaron una sola propuesta nueva”, decían varios dirigentes del partido. Pero el “regalo” para los conservadores, aseguraban algunos senadores, llegó en el turno de réplica del presidente. En el PP creen que Sánchez “la llevaba escrita”, “no la adecuó a lo que había dicho Feijóo” e hizo al presidente “enredarse” en acusaciones a Feijóo.

Comparecencia del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante el Pleno del Senado, para informar sobre el Plan de choque de ahorro y gestión energética en climatización y su perspectiva territorial. José Luis Roca

“Le ha llamado mentiroso varias veces”, se quejaban los conservadores, “bajando el barro en exceso”. La frase con la que terminó su intervención el popular resumía muy bien lo que pensaban en la formación: “Si usted quiere ser el líder de la oposición, solo tiene que esperar a las próximas elecciones”, dijo.

Una aseveración que en el PP consideraron “decisiva”. También apuntan a que Feijóo “desmontó” el discurso del Gobierno sobre la “insolvencia” de su líder y sobre que no tenía un plan energético. Y especialmente la crítica de que es el partido del “no” y que no arrima el hombro para apoyar al Ejecutivo en un asunto de absoluta importancia. Fue el propio líder conservador el que puso las cifras encima de la mesa: “De los 129 reales decretos ley que el Gobierno ha aprobado, en 66 de ellos, el 52%, el PP votó a favor”, zanjó el líder del PP.

Hubo varios ataques cruzados, especialmente en acusaciones de descalificaciones e insultos que también el presidente del Gobierno reprochó al líder de la oposición. Los populares se revolvían: “No le ha insultado en ningún momento”. Tampoco sentó bien entre los senadores conservadores la acusación de Sánchez sobre que Feijóo llamó “títeres” a los ciudadanos con los que arrancó el curso en Moncloa. En realidad lo que dijo el conservador fue que habían hecho un “casting previo”.

Además, el líder popular volvió a tender la mano a Sánchez, pidiéndole que “rompiera sus alianzas” y se apoyara en su partido, “el de la alternativa y el que realmente quiere a España” para pactar el plan de contingencia que el Gobierno debe enviar a Bruselas. “Yo lo quiero negociar. Le voy a mandar un documento con ocho bloques y 59 apartados”, afirmó.

“Abuso de tiempo”

Aunque Feijóo hizo alguna referencia irónica sobre el tiempo del que disponía Sánchez frente al líder popular, “supongo que no ha hablado de algunos problemas muy importantes para los ciudadanos por falta de tiempo”, fueron los senadores y en el equipo más cercano de Génova donde sacaron la artillería pesada, recordando que el presidente habló durante más de una hora en su intervención inicial (frente a los 15 minutos tasados para Feijóo) e hizo una réplica de otros 52 minutos. Feijóo habló ocho, tres más de lo previsto. Y aún cerró el debate con otro turno de palabra el presidente. “Estaba absolutamente desnivelado. Ha necesitado dos horas y media para nada. No tendría que haber hablado tanto”, insistían.

Las expectativas en el PP eran bajas. Entendían que era un formato para que el presidente ganara el debate, por el tiempo y el propio contenido, ciñéndolo a la energía. Y, sin embargo, según afirman en Génova, “conseguimos darle la vuelta”. En Moncloa, por su parte, consideraban que el presidente “cumplió su objetivo” al tranquilizar a la ciudadanía, “no habrá medidas drásticas” aseguró y, además, aceptando el debate que tanto exigía el líder de la oposición.