El choque entre el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial se produce en vísperas de que hoy el órgano de gobierno de los jueces emita su dictamen sobre la pretensión de Pedro Sánchez de que la exministra Dolores Delgado sea la nueva Fiscal General del Estado.

Pablo Iglesias ya auguró, tras firmar el preacuerdo de coalición con el PSOE, que una vez dentro del Gobierno habría "muchos límites y contradicciones". El nombramiento de Delgado es la primera prueba de lo último. En la elección de la política madrileña para encabezar el Ministerio Fiscal se juntan dos de las críticas que desde Unidas Podemos lanzaron en los últimos años contra el PSOE. La primera de ellas contra la propia figura de Delgado, a la que el ahora vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, pidió que dimitiera como ministra tras conocerse su relación con el excomisario José Manuel Villarejo. "Las cloacas son peligrosas, afecten a quien afecten", dijo Iglesias en aquel entonces. Un año y medio después, el líder de Podemos defiende a capa y espada a Delgado. "Creo que la señora Delgado merece una oportunidad para demostrar con su trabajo que la Fiscalía actúa con autonomía y respetando la legislación vigente", apuntaba Iglesias el martes en una entrevista televisiva.

Unidas Podemos defiende cambiar la forma de designar tanto al Fiscal General y a los vocales del CGPJ por procedimientos "más independientes". Mientras ello no resulte posible, su portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, asume que se haga con arreglo al método establecido.