"Es un gobierno contra el Estado, con comunistas, asesores de dictadores bananeros y blanqueadores de batasunos". Así definió ayer Pablo Casado, líder del PP, el proyecto político que el socialista Pedro Sánchez defendió ayer en la sesión de investidura, invectiva de calibre grueso para remarcar la alianza de los socialistas con Podemos -"¿Duerme usted tranquilo? En septiembre nos dijo que no podría dormir teniendo ministros de Podemos", interrogó Casado a Sánchez"- y las abstenciones concedidas por separatistas catalanes (ERC) y vascos (Bildu).

Casado recuperó la versión más dura de su discurso, y el contenido y el tono de sus intervenciones de y de las réplicas de Sánchez evidenciaron, por si había alguna duda, que los dos grandes partidos españoles se han adentrado en un tiempo de choque sin concesiones, radical. El líder del PP vaticinó un "gobierno de pesadilla", en especial "para los españoles que viven en Cataluña, que "liquida la soberanía nacional y la igualdad entre los ciudadanos", por las concesiones a ERC. Un gobierno, añadió dirigiéndose a Sánchez, "que será su epitafio". Inhabilitado el presidente catalán, Quim Torra, por la Junta Electoral Central, Casado interrogó al candidato socialista a la investidura sobre qué piensa hacer tras declararse Torra "en rebeldía" frente a tal decisión, y le instó a aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña si "el desacato" persiste. "Si no lo hace, podría incurrir en prevaricación y actuaremos contra usted con la misma firmeza que frente a Torra", añadió, amenazando a Sánchez con acciones judiciales.

"El de Cataluña no es un problema político, sino legal; no es un problema territorial, sino moral; Cataluña es España", enfatizó Casado, quien se refirió así a las negociaciones del PSOE con la ERC del "delincuente condenado" Oriol Junqueras: "¿Se imagina a Leopoldo Calvo-Sotelo pactando su investidura con Tejero", en alusión al sucesor de Adolfo Suárez y al ejecutor del intento de golpe de Estado de 1983. Según Casado, el acuerdo con ERC "resucita el procés que la Justicia había frenado y supone una amnistía de facto para los independentistas condenados". "Esta es una operación de derribo constitucional; nosotros seremos el dique de contención", añadió.

"¿Cuándo se jodió, no el Perú, sino el socialismo constitucional?", preguntó en otro momento Pablo Casado versionando al Nobel Mario Vargas Llosa. El líder popular apenas hizo referencias a las propuestas programáticas de Sánchez, criticó su "anticlericalismo guerracivilista" y sacó a relucir la corrupción para implicar políticamente al candidato en "el escándalo de los ERE (de Andalucía), el mayor caso de corrupción de Europa".

En la réplica, Sánchez afeó a Casado su tono: "Acabó su viraje hacia la moderación, toca afeitar la barba de nuevo", dijo irónicamente. Y hurgó en los resultados electorales del sucesor de Rajoy: "Se haría un favor si subiera a la tribuna y dijese: "Hola, soy Pablo Casado y he perdido cinco elecciones en un año".